La Sabiduría Humana no es Sana.

Santiago 3:14,15 "Pero si tienes celos amargos y ambición personal en tu corazón, eres arrogante y mientes contra la verdad. Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, animal y diabólica"

Se me ponen los pelos de punta cuando salgo a la calle y oigo gente enganchada en conversaciones absurdas, donde el fin de ambos es ganar en su planteamiento y así demostrar que es más sabio que el otro. Los frutos que regularmente abundan en sus palabras y actos son: arrogancia, celos, las ambiciones mal sanas y toda suerte de malicia que proceden de un corazón contaminado y enajenado al amor de Dios. Cabe destacar que esto lo veo también en gente del mismo pueblo de Dios, como al encender la TV y en todo estrato social donde me asomo.

Esto es el producto del deterioro social, moral y espiritual en que se encuentra la sociedad actual; En la que la gente pretende creerse mas sabia que el mismo Señor y posicionan sus criterios y opiniones por encima de lo establecido en las Sagradas Escrituras.

Según Santiago, en este tipo de sabiduría siempre habrá: envidia, confusión y acciones malvadas- La motivación del corazón de estos hombres es competir para tener la atención, la admiración y ganarse el protagonismo.

Pero si partimos del fundamento legitimo, entenderemos que es necesario comenzar por aplicar el proverbio que indica que "El principio de la sabiduría es el temor a Jehová"; Y esto nos llevará a la sabiduría correcta y aprobada por el Padre, la cual es "la sabiduría celestial", cuyas características son: la pureza, la paz, la bondad, es dócil, llena de compasión y buenos frutos, imparcial y sincera.

La sabiduría buena y verdadera puede medirse por la profundidad del carácter y la entrega a Dios que tenga la persona.

Es fácil ser atraídos por los deseos equivocados, la presión social del momento o por seguir a malos consejeros; pero antes de abrir la boca, pida sabiduría al Eterno que El promete en Su Palabra darla abundantemente y sin reproche.