Entradas populares

jueves, 27 de noviembre de 2014

Manejando el Enojo.
Eclesiastés 7:9 No te dejes llevar por el enojo; porque el enojo es propio de gente necia.

¡Yo soy así, ese es mi carácter y nadie me lo va a cambiar!
¿Cuántos han escuchado este tipo de afirmaciones o cuántos la han dicho? En algunas oportunidades se encuentran diciendo: Lo que pasa es que tengo temperamento “colérico”, o simplemente le echan la culpa a sus padres: “Tengo el mismo mal carácter de mi papá”.
Si bien es cierto que Dios nos creó con diferentes tipos de emociones y caracteres, también es cierto que nos capacitó para no dejarnos gobernar por ellas y usarlas en su justa medida en el momento indicado, desechando a su vez todas aquellas que provengan de un fruto de la carne o un corazón contaminado y revelado en contra de la voluntad de Cristo.
Evidentemente las emociones forman parte de la vida. Pero el enojo, en este tiempo está ocupando un lugar preponderante en nuestra sociedad.
Esta es una emoción negativa que arrastra pensamientos, palabras y acciones, cargados de agresión hacia los demás si no lo sabemos manejar. Pero en realidad “El enojo no es pecado” sino en la biblia lo dijera claramente. Simplemente se nos indica que aprendamos a manejarlo para que éste no nos domine a nosotros. Dice: Efesios 4:26,31 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo. Es decir, puedes ponerte bravo pero no peques (no hieras con tus palabras, ni te llenes de amargura, no difames, no maltrates, ni pases todo el día dominado por esa rabia hasta el otro día o dejes que se anide en tu corazón.)
“Necio”, ese donde reposa el enojo en su ceno, significa: Bobo, ignorante o falto de razón. Entonces  pudiéramos interpretar este versículo de la siguiente manera: No te dejes llevar por el enojo, porque el enojo es propio de gente boba y falta de razón. La recomendación está en: Proverbios 16:32 Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
¿Saben? Muchos se creen héroes porque apabullan a la gente con su mal genio e impulsividad de carácter, pero Salomón, el hombre conocido por su sabiduría dijo este proverbio para ubicarnos en el perfecto diseño del Padre.
Definitivamente necesitamos formatearnos el disco duro para sacarnos esas enseñanzas sin basamento bíblico e instalarnos en nuevo programa de la verdades Divinas, para comenzar a caminar y actuar según la gente con cultura de Reino. Dice: Proverbios 19:11 El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa.
El que se enoja no peca sino el que “Se apresura en enojarse”, es decir: que por cualquier cosa se molesta o indigna. Mateo 5:22 Dice: "Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo. Pero cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al juicio del infierno".
A veces vivimos irritados por situaciones personales, y eso trae como resultado la falta de calma o de paciencia que nos hace irrumpir en enojo por cualquier situación insignificante, y esto demuestra que hay en nosotros falta de misericordia y comprensión hacia nuestro prójimo. Entendamos que los demás no tienen la culpa de nuestros problemas personales y no tienen por qué pagar por ellos.  Esa impulsividad manifiesta en nosotros, indica la existencia de orgullo y soberbia que son frutos de la carne. Dice: Marcos 11:25 "Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados".
Una de las cualidades de Dios que debemos procurar, es imitarlo las dice Nahúm 1:3: “Lento para la ira y grande en misericordia”- El no se irrita fácilmente y Su compasión es enorme. Dice en: Salmos 103:8 Compasivo y clemente es el Señor, lento para la ira y grande en misericordia.
He aquí dos antídotos para la ira y el enojo: “La Compasión y la Clemencia”.  La Compasión: es ese sentir de inclinación a participar en el dolor, el sufrimiento o la tristeza de otra persona (solidaridad en el dolor ajeno), por disposición del ánimo hacia los demás seres humanos o por afecto hacia ellos. Y Clemente: es la persona que sabe ser moderado cuando va a aplicar la justicia; Una persona clemente se caracteriza por ser benigna, indulgente, compasivo y misericordioso.
Seamos imitadores de Cristo como hijos amados y entreguemos al Señor esas áreas de nuestro carácter que no le agradan, solo así caminaremos en Su diseño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario