Negar a Dios...
Casi todos vemos el episodio en el que el apóstol Pedro negó al Señor con asombro, y nos decimos: ¿¡Como alguien que anduvo con Jesús y vio Sus maravillas pudo negarle!?
Ahora quiero que lea nuevamente lo que dice el verso inicial. Se trata de gente que como Pedro, como usted y como yo dice conocer a Dios, pero a la hora de dar frutos o demostrarlo salen "reprobados"; al punto de ser llamados abominables y rebeldes...porque se supone que el que anda con Jesús, reacciona, obra y hace de la manera que El lo haría, de lo contrario "lo está negando".
¿Parece exagerado verdad? Pero aquí nos hacen saber que un cristiano sin compromiso, con mayor inclinación a los placeres de este mundo tiene la necesidad de ordenar su vida. Dice Isaias 29:13 Por cuanto este pueblo se me acerca con sus palabras y me honra con sus labios, pero aleja de mi su corazón y su veneración hacia mi es solo una tradición aprendida de memoria.
A Pedro en aquella oportunidad le reconocieron como seguidor de Jesús- Sin embargo le negó porque le importó mas la opinión de la gente, porque temió mas a los hombres, porque realmente no le conocía, porque dependió de sus propias fuerzas, a pesar que en una oportunidad le dijo al Maestro: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no solo a la cárcel sino también a la muerte (Lucas 22:33)
¿Cuantas promesas le hacemos al Señor y a la hora de responder afirmativamente en nuestro conocimiento de El como discípulos le negamos? Es hora de revisar nuestro andar con Dios; Muchos le negamos desde diferentes perspectivas y eso no es otra cosa que "Abandono en el momento apropiado", falta de amor y de compromiso y es determinante en nuestro destino eterno mayormente en estos tiempos proféticos que estamos viviendo.
Un arrepentimiento y decisión de cambio es lo único que hará la diferencia. Recuerda que: Los cobardes no heredarán el reino de los cielos. Pero Dios sigue siendo bueno y estando abierto para darnos nuevas oportunidades.
El Eterno anda en busca de gente que camine con El, obre con él, y vaya con su cruz y su bandera hasta la ultimas consecuencias; que aunque este mundo quiera ahogar su fe y callar su voz, persista y y diga "Yo se que mi Redentor Vive".
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