En ocasiones usamos versos bíblicos por la mitad y perdemos la esencia del mensaje, como por ejemplo: "Dios abre puertas donde nadie puede cerrar"...No tomando en cuenta que también dice: Cierra puertas donde nadie podrá abrir.

Dice Ezequiel 44:1,2 Entonces me hizo volver por el camino de la puerta exterior del santuario que da hacia oriente, y estaba cerrada. Y el Señor me dijo: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá y nadie entrará por ella, porque el Señor, ha entrado por ella; por eso permanecerá cerrada.

En nuestro caminar con Cristo, siempre habrá puertas que nos abre o nos cierra, el mismo Dios; Y debemos ser entendidos y prudentes en esto, para no perder el tiempo forzando aquella puerta que nos cerró- Quizás hay algo que debemos aprender en el camino antes de entrar por esa puerta que ahora está cerrada, pero que nos prometió abrir para nosotros.

Ayer vi al nuevo presidente de EEUU tomar su mando en esa nación, y parte de su discurso fue: Aquí tendrán el primer lugar los estadounidenses y el segundo también. Y pensé en los miles de latinos que pensaban emigrar para allá como una forma de garantizar un futuro mejor, y veían como se les estaba cerrando esa puerta. Pero a la vez reflexioné y me dije: El Señor mismo está indicando que por ahí no es la solución.

Las Escrituras señalan que los hijos de Dios tenemos las "llaves del reino": El poder de atar y desatar, como una especie de unción de gobierno. Esas llaves sirven para abrir "puertas espirituales" que no abrirá el Altísimo por nosotros; Consta de varias llaves, pero debemos saber elegir la correcta para cada puerta, es decir, la estrategia Divina para que esa puerta se abra- Y lo primordial de toda estrategia espiritual siempre será alabar en lugar de quejarnos, y disponernos a escuchar la voz del Eterno en lugar de cuestionar sus designios. Porque definitivamente, el Padre está formando "conquistadores" y soldados que sepan distinguir entre una batalla y la voz de alto.

Por ejemplo: A las vírgenes insensatas se les cerró la puerta por no permanecer con la lámpara encendida (no estamos aptos de poseer otro lugar en una condición de frialdad espiritual), al arca de Noé se le cerró la puerta al haber entrado el patriarca junto con su familia y animales (porque el pueblo incrédulo no tenía lugar para el nuevo comienzo que venía), a Adán y Eva se les cerró el Edén porque no pasaron la prueba de obediencia para vivir los beneficios del mismo.

Ahora bien: Una puerta cerrada puede ser indicio de que hay otra abierta, de que no es el tiempo de entrar por ella, o que por ahí no es el camino a seguir en la voluntad del Creador, aunque para otros lo haya sido. Porque cuando Dios nos cierra las puertas falsas, nos está enviando una señal del cielo que nos librará de confusión y extravío.

Por lo tanto ¡no te desesperes! Ese mismo Dios que cerró aquella puerta tan prometedora, abrirá a su tiempo una que nadie podrá cerrar. Entiende que quizás lo hizo para que no te perdieras de seguir caminando por la senda estrecha.

Solo permanece en el lugar donde estés, en espera de las directrices del Altísimo, y sigue descansando en Su soberanía.

Porque ¿Para qué entrar por una puerta donde luego tendrás que salir con las tablas en la cabeza?

Estar en el centro de la voluntad de Dios, te abrirá el panorama, y desde allí podrás ver mejor el camino a seguir. No desmayes.