Bien Plantado.

Jeremías 17:8 "Será como árbol plantado junto a agua, , que extiende sus raíces junto a la corriente; No temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; En año de sequía no se angustia ni cesará de dar frutos"

Las raíces de un árbol llegan a extenderse hasta tres veces más de la altura del mismo; Sus funciones ayudan a mantener el árbol derecho y estable, a absorber agua y nutrientes de la tierra, a almacenar agua para tiempos de sequía o frío; para que entonces ese árbol crezca dando sombra, frescura, brisa, oxígeno, belleza, verdor, limpie el ambiente, detenga la eroción y cree una barrera contra el viento y el sonido.

De la misma manera funcionamos los creyentes temerosos de Dios, cuando confiamos en el Eterno y nos plantamos en El y Sus promesas.

Esta simbología , representa la fortaleza espiritual que da como resultado de estar arraigados y cimentados en Cristo.

Dice Salmos 1:3 Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo y su hoja no se marchita; Y todo lo que hace, prospera.

Para ser espiritualmente fuertes y dar abundante fruto, necesitamos aferrarnos al Altísimo y beber de Él. Solo sí, recibiremos prosperidad, bendición, y dejaremos de ser "cristianos superficiales".

Es importante entender que nosotros, como plantío de Jehová, no estamos sembrados junto a cualquier arrollo medio seco con agua turbias, sino "junto a corrientes de río", que no nos estancamos, porque esa agua es sumamente pura y fluye de día y de noche. Es eso justamente lo que nos hace prosperar.

Dice Job 29:19 Mi raíz se extiende hacia las aguas, y el rocío de la noche en mi rama.

¿Dónde estás plantado? Dependiendo de esa respuesta dada con sensatez, reconocerás la fuente principal de la cual te alimentas, y verás el por que de tu aridez o fructificación, bendición o estancamiento, estabilidad o tambaleo constante.

Vamos a reivindicarnos y tomar nuestra posición como hijos de Dios, para poder caminar en Su Diseño como herederos del Reino. Vamos a ser esos árboles frondosos bajo cuyas alas muchos vengan a refugiarse y a comer de buenos frutos, a descansar y oxigenar su espíritu.