¿Hurendo o Confiando?

Proverbios 28:1 "El malvado huye sin que nadie lo persiga, pero los justos viven confiados como león"

El proverbista hace un contraste entre la actitud de un malvado y la de un justo. Uno huye sin razón aparente, y otro vive confiados aunque puedan haber amenazas a su alrededor.

Los justo o hijos de Dios somos comparados con "leones". Esa especie que después del tigre es el más grande de los felinos. El león es muy social, prefiere la vida en grupo que la solitaria; Puede reposar mucho y de todas maneras correr 50 millas por hora en periodos cortos. Caza animales grandes, pero también comen reptiles, los asfixia, los estrangula o mata a patadas.

Esta simbología nos indica el por qué viven confiados- Son el rey de la selva- Y nosotros somos los hijos del Rey de esta selva, poseemos Sus promesas; autoridad y ADN. "Les hablo como a espirituales".

Dice Salmos 27:1,2 El Señor es mi luz y mi salvación ¿De quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida ¿De quién he de atemorizarme?

En estos tiempos donde hay tanta violencia e inseguridad, es cuando los cristianos debemos afirmar más nuestra confianza en el Señor.

Si bien es cierto que necesitamos andar con prudencia, también nos debemos manejar en la verdad que "debemos vivir confiados como león", y ser libres del temor y la intimidación que produce el peligro, sin que nada nos limite ni sentirnos perseguidos.

Dice Isaías 26:3 Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, porque en tí confía.

Vivamos confiados como león, que nuestras feromonas físicas y espirituales despidan seguridad y fe- Jehová va delante de nosotros como poderoso gigante.

Seamos libres de hacer todo lo que debemos hacer y lo que Dios quiere que hagamos sin excusas; Porque en la Palabra de Dios hay una respuesta para cada pretexto que usamos para no seguir adelante con nuestra misión y compromiso en Él.

El malvado está huyendo de él mismo, excusándose todo el tiempo, temeroso. Pero el justo anda señoreando como hijo del gran Rey, por eso anda libre de temor, con autoridad, en paz y caminando en el propósito de Dios.