Renovación.

Romanos 12:2 "Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo que es aceptable y lo que es perfecto"

A veces muchos pensamos que estamos bien, y en realidad nuestro interior nos pide a gritos una "renovación".

¡Si! Como cuando las águilas emprenden su vuelo más alto y se quitan el pico y las plumas para que les crezcan nuevos, a sabiendas que será un proceso doloroso.

Renovación significa volver al estado inicial, restablecer algo que se había interrumpido, sustituir una cosa vieja por una nueva.

Debemos comenzar por reconocer que hay algo dentro de nosotros que se ha deteriorado, que ya no tenemos el mismo brillo y vigor espiritual de antes, que no actuamos con el mismo fervor y que necesitamos volver al primer amor. Así se reconoce la necesidad de "Renovación"- Cuando falta pasión y el fuego ha menguado.

Dice Efesios 4:23 Y sean renovados en el espíritu de su mente.

Quizás estemos llenos de mucha información teológica, oremos, vayamos a la iglesia, estemos involucrados en las actividades de la misma; pero por dentro nuestra situación sea de aridez y sequedad, y nos urja ser renovados- Necesitemos una terapia intensiva para ser avivados espiritualmente, y ya no hacer las cosas como autómatas por costumbre, para que la gente no se de cuenta de nuestra situación interna.

Dice Efesios 4:17 Esto digo, y afirmo juntamente con el Señor: ya no anden así como los gentiles, en la vanidad de su mente...

El Señor insiste en que renovemos nuestra mente y el conformismo y las vanidades de este mundo, son los peores enemigos para esa renovación. Si nos adaptamos ante la situación actual nos perderemos de las maravillosas cosas que nos quedan por delante por conquistar. Y el enemigo siempre ha querido anular en los hijos de Dios ese espíritu conquistador- No te dejes.

Cuando somos renovados vemos con mayor claridad la voluntad del Padre, y así podemos andar en Su diseño, caminando en nuestro destino profético.

¡Reaccionemos! no nos conformemos con la mediocridad actual o con lo poco que hemos alcanzado hasta ahora. Este es el tiempo para nuestra renovación, este es el momento del vuelo del águila.