Simples Excusas.

Génesis 3:12,13 "Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dió del árbol, y yo comí: Entonces Jehová dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y la mujer dijo: La serpiente me engañó y comí"

Comienzo esta reflexión confesando que, en varias oportunidades he hecho uso de argumentos para justificar algo necesario que dejé de hacer, y luego el Espíritu Santo me redarguye.

He aprendido que las excusas solo convencen a quien las da. Son como polillas que desintegra el cuerpo de Cristo.

Los pretextos son típicos en personas que no son sinceras ni realmente íntegras; En su egoísmo deciden decir verdades a medias, que delante del Señor son mentiras completas.

Un ejemplo bíblico de excusa sin base, fué cuando Dios llamó a Jeremías a ser profeta.

Dice Jeremías 1:6-8 No podré- Es muy difícil hacerlo: No sé hablar porque soy muy niño. Y le dijo Dios: No des excusas, obedece. No temas porque yo estoy contigo.

Aunque seas muy sincero en algo que no quieres hacer, pero es un mandato Divino, estarás actuando como alguien inmaduro y falto de compromiso.

Hay excusas "cristianas" a las que recurrimos frecuentemente, como: Estoy esperando el tiempo de Dios, siendo que en realidad lo que tenemos es pereza o temor; No fui llamado a hacer eso, cuando a lo que se refiere es un deber de todo creyente; Juzgar es malo, cuando en realidad hay que denunciar un abuso o infracción bíblica...y así sucesivamente.

Dice Santiago 1:22 Entregándose a sí mismos con razonamiento falso.

Hay otras excusas como: No tengo tiempo, es muy difícil, me han herido mucho, estoy ocupado, etc.

Cuando las circunstancias nos limitan, estamos limitando nuestro amor a Dios, y no le damos Su lugar. Podremos engañar al hombre, pero nunca podremos engañar a Dios.

Recordemos que al que mucho se le da, mucho se le demanda; Así que no le sigas pidiendo al Padre, si no te comprometerás con las misiones sencillas.

Y por último les refresco un poco la parábola de los talentos: Donde quien enterró su talento, le fue quitado; Y quien lo multiplicó, le fue dado aún más.

Renuncia a tanta excusa y determina servir al Eterno hasta las últimas consecuencias.