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martes, 10 de noviembre de 2015


La honra del servicio.


Éxodo 23:25"Pero ustedes servirán al Señor su Dios. El bendecirá tu pan y tu agua. Y quitará las enfermedades de en medio de ustedes"

El servir a Dios es un estilo de vida que muestra nuestra fe, confirmando que anteponemos nuestros principios, a los valores de esta sociedad.
Debemos sentirnos privilegiados cuando nos llaman a servir y nos activamos en la obra del Señor; y a su vez comprometernos, apasionarnos e imprimirle mucha fuerza.
En el verso inicial hay una maravillosa promesa para quienes sirven: El Señor bendecirá lo que ingieren y les sanará.
El Eterno no se queda con nada, ni se cansa de demostrarnos Su tierno amor. Día a día podemos experimentar desde los detalles simples hasta los milagros, Su mano diciéndonos: Aquí estoy para bendecirte.
Uno de los propósitos de la redención fue que nos ejercitásemos en "las buenas obras". Una vez que somos salvos, Él procura usarnos en Sus planes.
Dice 1 Timotéo 1:9 Él es quien nos salvó y escogió para su obra santa, no porque lo merecíamos sino porque estaba en su plan.
Para los cristianos servir al Padre no debe ser opcional ni depender de nuestro estado de ánimo, sino algo que debemos incluir en nuestros deberes y planificación de nuestro tiempo.
Jesús vino a servir y a dar, y ese fue el legado que nos dejó. Servir y dar son el resumen del propósito Divino en nuestras vidas.
Aquí no cabe el: No puedo, tengo l agenda ocupada, no se como hacerlo o mi familia me absorbe demasiado.
Dejas las excusas es lo más sabio que debemos hacer para comenzar a servir. Dios te capacitará para hacer lo que te ha llamado a hacer- Lo único que pide es que digas "si".
Dice Tito 3:5-8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistan con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.
Nuestra actitud al ser llamados a servir, debe ser: Señor soy tu sierv@, por lo tanto haré lo que tu quieras, como tu quieras y cuando tu quieras- Eso le glorifica y agrada al Señor.
Pero debemos servirle con la motivación correcta, "Por Amor". No para ser vistos y aplaudidos, por sentimiento de culpa ante ciertas manipulaciones, por ganancias deshonestas, o por estar bien y sentirse aceptado por el líder.
Esa motivación correcta llamada amor, te protegerá de actitudes perjudiciales, y te dará una sensación de libertad por ser útil, lo que a su vez te fortalecerá y agregará mayor energías.
Alguien dijo: El que no vive para servir, no sirve para vivir.

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