Entradas populares

lunes, 9 de noviembre de 2015


Pacto entre Dios 

y los hombres.


Éxodo 19:5,6 "Así que, si ustedes me obedecen en todo y cumplen mi pacto, serán mi pueblo preferido entre todos los pueblos, pues toda la tierra me pertenece. Ustedes me serán un reino de sacerdotes, un pueblo consagrado a Mi"

En el antiguo sentido hebreo, en un pacto se necesitaba que interviniera la muerte por medio de un sacrificio.
Y en el sentido general, bajo la interpretación del original griego: pacto es un acuerdo legal entre dos o más partes, sellado con un compromiso. Se trata de una responsabilidad de parte y parte para que se ejecuten los beneficios planteados.
En el transcurso de los años, Dios se ha comunicado con nosotros por medio de pactos; dejando ver Sus inquebrantables promesas, condicionadas y dirigidas a un pueblo obediente y comprometido.
La Biblia es un documento de "pacto"- En la parte inicial describe lo que el Señor ha hecho; con una lista posterior de obligaciones dada a las partes involucradas; seguido de recompensas o sanciones, dependiendo de cómo haya sido la lealtad a los principios establecidos.
Dice Éxodo 24:7,8 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a los oídos del pueblo, al cual dijo, haremos todas las cosas que Jehová ha mandado y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y la roció sobre el pueblo, y dijo: he aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con nosotros sobre todo tratado.
La Biblia está dividida en el Antiguo y el Nuevo pacto; Ambos fueron concertados entre el cielo y el pueblo de Dios. El primero sellado con la sangre de toros y machos cabríos, y el segundo con la sangre de Cristo.
Dice Jueces 2:1,2 ...Nunca romperé mi alianza con ustedes, con tal de que ustedes no hagan ningún pacto con los habitantes de esta tierra, sino que destruyan sus altares.
El Padre tiene una demanda de fidelidad sobre Sus herederos (Sus hijos), pero lamentablemente hay muchos que insisten en serle infiel, y siguen descaradamente reclamando las promesas y su herencia.- Siendo que se comportan como bastardos y no como legítimos herederos.
No tendremos moral ni legalidad bíblica que abale solo el compromiso de una de las partes...Ni la misma Gracia Divina nos librará de tanta liviandad, a menos que nos arrepintamos y restituyamos nuestro compromiso en el pacto.
Ese Dios de pactos que cumple Sus promesas y guía nuestro destinos, está buscando un pueblo fiel y transparente, que sepa reconocer su falla y desee renovar su pacto. Que se levante hoy mismo y diga: Mi Dios, decido serte fiel hasta la muerte. 
Solo así se abrirán los cielos y seguirán fluyendo las bendiciones.
Por último les dejo este verso para que mediten: Mi Dios, tú bendices a los que corriges, a los que instruyes en tu Ley; para que enfrenten tranquilos los tiempos difíciles. Salmos 94:12,13

No hay comentarios:

Publicar un comentario