El Rechazo.

Marcos 6:4 "Mas Jesús decía: No hay profeta sin honra en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa"

Por lo general, cuando decidimos hacer las cosas a la manera de Dios, como la Biblia lo indica, "somos rechazados"; porque este sistema es totalmente opuesto a la ley del Señor, y casi todo el mundo fue formado bajo el fundamento de este sistema y no el de la Palabra de Dios.

Jesús mismo experimentó el desprecio y el rechazo de los hombres, y entiende perfectamente lo que sentimos los creyentes cuando solo nos buscan solo para obtener algún favor Divino, pero luego nos desprecian y hasta nos difaman sin motivo aparente.

Dice Lucas 13:24 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!

Cuando la gente rechaza a los hijos de Dios, está rechazando a Dios mismo y a Su oferta de ser bendecidos y salvados, por el simple hecho de menospreciar el mensajero, por la necedad de un corazón endurecido y autosuficiente, por no entender que es una oportunidad que se le agota, por darle la espalda abiertamente al amor del Padre y caer en el error de decir: Es que yo soy cristiano...siendo que no tienen a Cristo en su corazón ni son practicantes del cristianismo.

Cuando los creyentes vemos rechazo y somos forzados a retroceder, solo debemos sacudir el polvo de nuestros pies e ir a anunciar en mensaje donde lo reciban con corazón abierto- en tierra fértil.

Dice Lucas 10:16 El que a ustedes oye a mí me oye, el que a ustedes desecha a mí me desecha, el que a mí me desecha desecha al que me envió.

Dentro de la misma iglesia hay focos venenosos que la han dividido inyectando rechazo entre unos y otros, han creado bandos que manejan verdades a medias diciendo a su vez que los otros son falsos... Eso no es otra cosa que "Altivez espiritual" , inmadurez e hipocresía; basadas en falsas enseñanzas y manipulaciones, competencias mal sanas y declaraciones anti bíblicas.

Los falsos cristianos serán odiados por ser hipócritas, pero los verdaderos serán rechazados por ser como Cristo.