¿Cómo nace un Cristiano?
Romanos 10:10 "Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación"
El plan de Dios para la humanidad es nacer en el corazón de todos los hombres, cuando voluntariamente reconozcamos que somos pecadores y clamemos a Su poder transformador.
La salvación está en el corazón y en la boca, según el verso inicial.
No es un proceso complicado pero si debe ser consciente, voluntario y comprometido. No se trata de repetir una oración sino de creer con el corazón que Jesús es el Señor resucitado y reconocerlo ante los hombres- De allí en adelante comienza un proceso transformador en el que damos frutos de ese arrepentimiento; la madurez y el crecimiento depende de cuánto le cedemos a Dios de cada área de nuestra vida y la búsqueda diaria de Su rostro.
Dice Lucas 8:15 Pero la semilla en la buena tierra, estos son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con su perseverancia.
El anhelo de Dios y de los creyentes que sembramos la semilla, es que "todos sean buena tierra", pero la realidad es que hay un adversario que no descansa tratando de dañarla para que los frutos sean malos o esa tierra sea estéril; y también entra en acción la voluntad del hombre en cuanto a entregar o no cada área se su ser al Padre. En algunos la conversión es lenta y gradual y en otros el proceso es más rápido o inmediato.
Dice Hebreos 3:12 Tengan cuidado hermanos, no sea que en alguno de ustedes haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo.
El mundo reconoce que necesita ser salvo de muchas situaciones pero le cuesta reconocer que la primera salvación que requiere es la de "su alma" por el simple hecho que su sistema de valores está invertido...
Los creyentes estamos en el deber de ser voceros de Cristo con palabras y ejemplo, aunque quien convence de pecado, justicia y juicio es el Espíritu Santo.
Cuando Pablo escribió esta epístola había que reconocer al Señor de esta manera porque el gobierno de esos tiempos pretendía que solo se le diese gloria y reconocimiento al emperador. Por lo que esto se trata y trató mas allá de un acto mecánico, un paso de gallardía, fidelidad y pacto de lealtad con Dios, por encima de la intimidación o los miedos que puedan infundir agentes externos; Una fe no fingida y un paso a la verdad absoluta con esperanza eterna.
Los cristianos nos reconocemos por nuestros frutos. No todo el que va a una iglesia y canta levantando sus manos es cristiano.
Vamos a ser multiplicadores de Su gracia salvadora, vamos a ser la mejor biblia que el mundo pueda leer, vamos a esforzarnos por ser ese trofeo que el Padre pueda exhibir ante el mundo como ese Padre orgulloso de su hijo.
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