Entradas populares

lunes, 9 de febrero de 2015

Necesito un Milagro.


Marcos 10:27 "Para los hombres es imposible-Aclaró Jesús, mirándolos fijamente-Pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible"

Cuando sabemos que algo solo ocurrirá por medio de una intervención Divina sobrenatural- Que necesitamos un milagro, es necesario que acudamos al Hacedor de milagros, "Jesucristo".
El pueblo de Israel salió por el desierto rumbo a Jericó. Esta ciudad tenia la particularidad de estar rodeada por grandes e impenetrables muros, que el pueblo de Dios necesitaba derribar para conquistar el lugar. Allí nadie entraba y nadie salía, pero era justo detrás de esos muros donde se encontraba la promesa de bendición para esa gente. Por eso ellos solo pudieron conquistarla con estrategias específicas dadas por Dios y así vencieron y asaltaron en lugar; dando pasos de fe en obediencia conquistaron "su milagro".
Dice Jeremías 32:17 ¡Ah, Señor y Dios! He aquí tu hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y tu brazo extendido; nada es imposible para ti.
No solo necesitamos reconocer que necesitamos un milagro; Es necesario provocar que éste ocurra: ayunando, orando, vigilando, adorando, leyendo las Escrituras, obedeciendo ciegamente al Padre, caminando en Su propósito.
Aunque nunca podremos manipular al Señor, se requiere una fe activa para motivarle a mover Su Brazo a nuestro favor... Pero con quejas y lamentos nunca lo lograremos.
Antes que Su pueblo conquistase Jericó, El les había dicho en: Josué 6:2 Yo les he entregado la ciudad. (Ya era un hecho)
Lo único que tenían que hacer ellos era caminar creyendo que lo obtendrían.
Cuando el Eterno nos habla o da una directriz respecto a una petición, debemos marchar con seguridad plantados en esa Palabra del Dios que ¡nunca miente!
Lo que El ha dicho lo cumplirá, lo que empezó lo terminará, hará lo que prometió y constantemente nos seguirá hablando y dando.
Necesitamos dejar las ansiedades y estar en sintonía con el canal correcto para oír la voz de Su Espíritu y cerrar nuestros oídos a la gente de poca fe, las malas noticias, a los que andan en otro espíritu y a la voz del maligno. 
Y no lo cuentes a todo el mundo, porque no todos lo entenderán y quizás hasta se burlen o hagan oraciones contrarias. Estate quieto y ve como se mueve el Señor. Comienza a darle gracias de antemano y confía que El te va a entregar esa ciudad. Después de hacer tu parte y con toda tu fe puesta en El, ve y reposa en Sus brazos con la bandera de victoria en mano para salir en cualquier momento a celebrar- En ese de repente, cuando te de el triunfo anhelado. 
¡Solo cree! Para el que cree todo es posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario