¡¿Como te Explico?!

Juan 3:11,12 "En verdad te digo que hablamos lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no reciben nuestro testimonio. Si les he hablado de las cosas terrenales y no creen: ¿Cómo creerán si les hablo de las celestiales?"

Dios creó la comunicación entre los seres humanos para que nos pudiéramos entender. 

Aunque en realidad, muchas veces tratamos de darnos a entender o hacer que otro entienda y así se lo expliquemos hasta con dibujitos... No logramos que capten el mensaje. 

En algunos ocurre porque simplemente no saben escuchar, otros se cierran en sus criterios y se bloquean totalmente, unos son muy inmaduros y lo que tratamos de explicarles es muy profundo para que lo puedan digerir o su terquedad no los deja asimilar porque mayor es su orgullo que sus ganas de aprender, a otros les da hasta flojera razonar lo que les manifestamos, están esos que te dan la razón pero les entra por un oído y les sale por el otro, pero también hay personas que están como enajenados en su entendimiento como para recibir el mensaje así sea trasmitido con sencillez o humildad; en fin, cuando tratamos con todo amor y sabiduría de hablar con este tipo de gente, salimos hasta frustrados y nos desgastamos porque no hay manera de hacerlos entender así hayamos orado antes de ir a hablar.

Dice Hebreos 5:11 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y es difícil de explicar, puesto que se han hecho tardos para oír.

Nosotros debemos cumplir con el deber de comunicar, pero si hay apatía en el oyente, falta de disposición para escuchar o levanta una pared invisible que podemos percibir, simplemente nos retiramos; porque ya libramos nuestra causa delante de Dios y oramos por ellos para que el Señor haga.

En lo particular, Dios me ha dicho algunas veces: No vayas a hablar porque no te van a entender, son inmaduros, están cerrados, no están preparados para escucharte y te van a mal interpretar. Entonces entiendo que es tiempo de guardar silencio y solo orar.

Dice 1 Corintios 3:1,2 Así que yo hermanos, no pude hablarles como a espirituales sino como a carnales, como a niños en Cristo... 

Necesitamos conducirnos con sabiduría y discernimiento en estos últimos tiempos, así veamos como justo y necesario comunicar una "gran verdad"- Hay tanta corrupción y perversidad en el corazón del hombre que todo lo que digamos puede ser usado en nuestra contra. 

Vamos a pedirle al Padre que nos llene de amor y tolerancia para conducirnos con inteligencia y sobriedad en este tiempo donde todos sospechan de todos; pero sobre todo vamos a guardar nuestro corazón para que no se contamine y seamos librados de ser uno mas de los hombres con el carácter y la conducta reprobada por el Eterno. ¡Dios nos ayude!