Brujería Cristiana.

Apocalipsis 22:14,15 "Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y poder entrar por las puertas de la ciudad. Pero fuera se quedarán los perversos, los que practican brujerías, los que cometen inmoralidad sexual, los asesinos, los que adoran ídolos y todos los que practican engaño"

Dentro de la iglesia del Señor hay personas que pretendiendo disfrazar su mala intención bajo el manto de la religión, practican solapadamente "brujerías", usando el nombre de Jesús en vano. 

Realizan oraciones contrarias y hechiceras proclamando su justicia propia y tratando de manipular; las cuales son muy parecidas a los conjuros usados por los brujos. 

Tratan de usar el control mental entre la multitud incauta para mostrar cierto poder o hacer que caigan en su red y así obtener lo que desean; Y hasta imponen abiertamente su voluntad por encima de la del Padre otorgándose méritos por su posición terrenal... Todo esto y mucho más es brujería evangélica.

El Señor aborrece tanto esta aberración espiritual, que estableció lo siguiente en el Antiguo Testamento: Éxodo 22:18 dice: No dejes con vida a ninguna hechicera.

Dicho en otras palabras en el Nuevo Testamento: Romanos 6:23 El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús nuestro Señor.

Quienes la practican, aun siendo creyentes es porque no ha tomado decisiones radicales y mantienen una conexión con su pasado- Prefieren justificarse que corregirse. Como el caso de Simón el mago en Hechos 8:4-25. 

Simón fue un adivino engañador que se hacía pasar por alguien poderoso en Samaria. Al llegar Felipe predicando el evangelio, Simón se entregó, fue bautizado y presenció muchos milagros. Pero al ver la impartición del Espíritu Santo, quiso comprar ese don de Dios- Se activó en él un problema no resuelto: "El deseo de tener poder y ser alguien reconocido"; Eso reveló su condición, queriendo usar al Eterno y Su favor como la magia para obtener sus antojos y ganancias deshonestas. 

¡Mucho cuidado con sacar el viejo hombre, excediendo los limites de la autoridad en Cristo y caer en brujería disfrazada! Esta es contraria al sentido apropiado de la dependencia del Señor. 

Renunciemos a toda malicia y tengamos abiertos los sentidos espirituales y clara doctrina para no caer en su red.

¡El Señor nos ayude!