Canción de Necios.
Estamos rodeados de gente que quiere que le digan lo que desean oír. No tienen ningún tipo de disposición para corregirse y aprender o tratan de rodearse de personas que insisten en sus propios errores, aferrados a ideas equivocadas que demuestran poca sabiduría; para que les canten la melodía que a ellos les gusta escuchar.
Dice Proverbios 15:32 El que tiene en poco la disciplina se desprecia a si mismo, mas el que escucha la reprensión adquiere sabiduría.
El deber ser de todo creyente es estar abierto a aprender siempre, ser humilde y reconocer su error y necesidad de ser ayudado.
Aunque no todo el tiempo es momento de manifestar desaprobación hacia esas personas a causa de sus malas acciones; Así que no nos desgastemos tratando de ayudar o conducir a la gente en nuestras fuerzas.
Solo cuando el Espíritu Santo lo indique es que debemos actuar... De lo contrario terminaremos lanzando nuestras perlas a los cerdos.
Dice Salmos 141:5 Que el justo me hiera con bondad y me reprenda; es aceite sobre la cabeza, pues todavía mi oración es contra las obras impías.
No caigamos en el terreno de querernos congraciar con el hombre y sus malas acciones, ni en el extremo contrario de pretender golpearlos con la religiosidad humana. La única motivación para ir a corregir al prójimo debe ser, el amor hacia esa persona, la carga que nos ponga Dios y el deseo de verlos caminar en rectitud.
A fin de cuentas, todos tenemos debilidades y fallas... Y hasta hemos querido que nos aprueben cuando deben amonestarnos.
Es difícil ser escuchado cuando ven la pata donde cojeamos. Se requiere una moralidad limpia y un espíritu cargado de nobleza para poner la cara por Dios- Aunque no somos perfectos pero vamos camino a la perfección.
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