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jueves, 18 de junio de 2015


El Cielo Gobierna.


Daniel 4:26 "Y en cuanto a la orden de dejar a Tacón con las raíces del árbol, su reino le sera afirmado después que usted reconozca que es el cielo el que gobierna"

Hay una realidad de la cual debemos estar convencidos todos los creyentes- Y es que sobre todo reino y circunstancia terrenal o espiritual, Dios sigue siendo el Rey de reyes, Dueño del universo y quien tiene la ultima palabra en todo.
A veces nos indignamos por los abusos y maldad del mundo, sus gobernantes y el sistema de valores por el que se manejan; Pero basta con abrir la biblia y leer sucesos como el de Daniel y el rey Nabucodonosor para recordar que los designios del hombre ni los del mal están por encima de la Soberanía del Señor. El quita reyes y pone reyes y hace Su voluntad por encima de la necedad humana y sigue siendo el Gran Yo Soy.
Dice Daniel 2:44 Durante el gobierno de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamas será destruido ni dominado por ninguna otra nación, sino que acabará por completo con todos los demás reinos, y durará para siempre.
Nosotros, los embajadores del Reino de Dios, debemos llevar ese Reino primeramente en nuestro corazón y revelado a nuestro espíritu, y luego impartir ese gobierno a cada lugar que pise la planta de nuestros pies; Manifestando el plan Divino a cada persona, mostrando Su amor, gloria y unción. Es decir: Nuestro deber es atraer el cielo a la tierra para que sea el cielo el que gobierne.
Dice Mateo 6:10 Venga tu Reino; Hágase Tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo.
En aquella oportunidad, la altivez de Nabucodonosor no le permitió ver la gravedad de su mal proceder y pretendió abusar de la misericordia de Dios, pero: El Señor a Su tiempo y a Su manera ¡Lo puso en su lugar! A tal punto, que anduvo loco como consecuencia de su envanecimiento.
El plan de Cristo siempre ha sido que el hombre voluntariamente reconozca su incapacidad y se rinda a Sus pies, y Dios trata con cada uno para traerlo a Sus brazos...Atrayéndolos con cuerdas de amor o con vara de hierro; Y aunque algunos decidan vivir esclavos del pecado, El Padre sigue demostrando que sobre El y Su gobierno, nadie. 
Descansemos en los brazos del Eterno y no perdamos la fe, porque siempre y en todo, así no lo apreciemos en el momento "Es el cielo quien gobierna"

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