Extrañas Instrucciones.

Josué 6:3-5 "Rodearán la ciudad todos los hombres de guerra...y esto harán por seis días. Siete sacerdotes llevarán siete bocinas...y al séptimo día darán siete vueltas a la ciudad y los sacerdotes tocarán bocinas...y todo el pueblo gritará a una gran voz..."

Nuestro Padre Celestial es un Dios estratega y siempre está dispuesto a darnos dirección para ganar cada batalla.

En esta oportunidad el pueblo de Israel se disponía a conquistar la tierra prometida, y debían comenzar por Jericó, una ciudad famosa por su potencia militar, rodeada de muros fortificados y con las puertas bien cerradas.

Dice Josué 6:1,2 Ahora Jericó está cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salia. Mas Jehová dijo a Josue: Mira, ya te he entregado a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra.

Humanamente Parecía una pelea arreglada junto con una estrategia de guerra descabellada, porque Dios habló de antemano al líder para decirle que la victoria era segura. 

El Señor dio claras instrucciones, solo debían "obedecer"- El mandato no fue sacar las espadas para pelear, ni les ofreció las llaves de Jericó para que abriesen la puerta y los tomaran por sorpresa, sino que dio indicaciones extrañas porque no eran precisamente la idea de una batalla común.

Dice Josue 6:20 Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo oyó el sonido de bocina gritó en alta voz, y el muro se derrumbo. Y el pueblo penetró la ciudad y la tomó.

El producto de esas rara estrategia era: Porque quería asegurar que fuera claro que la victoria dependía de El y no de las armas, intelecto, fuerza o estrategias de hombre; Ese método aumentó el terror que sentía Jericó; La rara maniobra militar fue una prueba de fe y disposición para Israel y así evaluar si le seguiría plenamente.

Por eso, cuando Dios te de una de sus alocadas pero infalibles instrucciones, y estés seguro de que fue El quien te hablo, no le busques lógica ni pretendas opinar por encima de Sus designios- Es una pelea arreglada a tu favor, "solo obedece". 

El peleó la batalla por ti y por mi en la cruz y nosotros recibimos los beneficios. El es vencedor y nos hizo mas que vencedores, porque recibió los golpes de nuestro contrincante y nos dio el trofeo de Su victoria y los beneficios del galardón. 

No salgamos a la batalla de la vida desprovistos a luchar con nuestras fuerzas o según nuestra lógica, vayamos a nuestro Dios estratega, busquemos dirección y salgamos a conquistar la victoria.