La Obstinación.

1 Samuel 15:23 "Porque la rebelión es como el pecado de obstinación, y la obstinación como la iniquidad e idolatría..."

Existen dos vertientes respecto a las personas de carácter "Obstinado": La buena está en aquellos que se caracterizan por su persistencia en lograr un objetivo y su tenacidad en la batalla para obtenerlo; Y la mala radica en personas que sostienen excesivamente una opinión, idea o intención poco aceptable, sin tener en cuenta otra posibilidad (encerrados en sus criterios).

Y aunque ambos parezcan iguales, la segunda el Señor la señala como pecado de iniquidad e idolatría; Porque se trata de un corazón nulo en cuanto a humildad, cerrado a aprender y rebelde.

Dice Isaias 48:4,5 Por cuanto se que eres obstinado, que eres duro como hierro e inflexible como bronce, te lo anuncié hace mucho tiempo, te lo comunique antes que sucediera...

Por lo general quien posee esta característica no reconoce su condición, pero se considera un excelente catalizador de otros con la misma condición, ¡Y lo aborrece! Es la yaga que nunca cicatriza y arde cuando la tocan, reacciona a la defensiva y se ofende cuando es confrontado.

Por lo que el Espíritu Santo es el único que tiene la capacidad de convencer al espíritu de ese hombre respecto a su condición- Se encarga de llevarlos frente al espejo y luego pone su hacha para cortar la raíz. 

Nuestro deber es pedirle al Señor que nos muestre nuestra condición o que traiga liberación a quien está atado con este mal.

Dice Proverbios 29:1 El hombre que después de mucha reprensión se torna terco, pronto será destruido sin remedio.

La única obstinación legitima es cuando a toda costa nos proponemos hacer la voluntad de Dios sobre todas las cosas. Pero si poseemos ese carácter intransigente, que subestima el consejo sabio...tengamos por seguro que seremos quebrantados y caeremos de ese pedestal donde nosotros mismos nos subimos.

Dios últimamente ha acelerado su trato transformador de nuestro carácter, y pareciera que está aplicando mayor presión en Sus vasijas antes de que el barro se termine de endurecer, no sea que luego haya que romperlas para volver a poder volver a moldearlas. 

Es tiempo de "Renunciar" a esa forma de idolatría solapada llamada "Obstinación", porque te aleja de la gente y del mismo Señor. Es momento de rendirnos verdaderamente y decirle: Padre, quiero ser como Tu, límpiame, transformame y forma Tu carácter en mi.