Soy de Mi Amado.

Cantares 2:16 "Mi amado es mío, y yo soy suya; El apacienta su rebaño entre los lirios"

Cantares es un cántico de bodas hecho con el lenguaje de los enamorados, y relata la historia de amor entre el Rey Salomón y una sencilla doncella de Sulam que cautivó el amor de su rey entre muchas.

Hoy me dirijo a "Los Matrimonios". 

Esto es una nota para invitar a los amados unidos en ese pacto inquebrantable, a que no dejen apagar la llama de su amor sino mas bien que la vivifiquen uniéndose cada vez más en espíritu y en esencia.

Cuando en esta intensa fusión el amor permanece recíproco, ambas partes de la relación podrán afirmar complacidos: Yo soy de mi amado y mi amado es mío. Pues esa es la fórmula que nace de una vida de oración y respeto mutuo que crece por medio de la entrega y reciprocidad.

Recuerden que ese perfecto lazo de amor, es gestado en su comunión con Dios y entre ustedes mismos; Y va recorriendo varias etapas: el dialogo íntimo, la entrega y el deseo de disfrutarse- Uno disfruta la vida agradando al otro y viceversa- Entonces ambos agradan al Señor.

Dice Cantares 7:10 Yo soy de mi amado, y su deseo tiene hacia mi.

Es necesario demostraciones de amor para mantenerlo vivo y no caer en la vida mecánica del hogar con sus rutinas; Porque saberse amado mantiene la relación despierta y motivada a la alegría de seguir adelante. 

El amor transfigura todo y hace que el mundo se vea con una mirada diferente, con mayor optimismo y fe. 

¡No dejen apagar ese amor! No paren de cultivarlo a diario por estar sumergidos en actividades importantes pero secundarias, no paren de apostar a que si vale la pena permanecer unidos- Aprendan a amar a la manera de Dios para solucionarlo todo.

Dice 1 Corintios 13:7 Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.

El diseño del Padre para los matrimonios siempre ha sido y sera que permanezcan unidos amándose, y permanezcan como hogares "funcionales" que multipliquen su diseño en su descendencia e impacten positivamente la sociedad. Si eres de tu amado y tu amado es tuyo, "nada en ustedes debe estar divorciado", no cabe el egoísmo ni la falta de perdón: Comiencen por reconciliar su tiempo de oración juntos y revisen todo aquello que les separa o incomoda como pareja para que con la ayuda del Padre y puestos de acuerdo puedan unificar lo que el maligno ha venido socavando para dividir. 

Somos de Cristo y si le damos el timón del hogar, podremos disfrutar plenamente el viaje en ese crucero romántico llamado "Matrimonio".