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jueves, 4 de junio de 2015


No Temas al Rechazo.


Isaias 51:12 "Yo, si, yo soy quien te consuela: ¿Por qué le temes a simples seres humanos que se marchitan como la hierba y desaparecen?"

El miedo al rechazo es un mal asolapado que por lo general se manifiesta en momentos claves cuando no somos aceptados o nos sentimos evaluados y juzgados por otros.
Si hay algo por lo que el Señor permite que aflore, es para que lo reconozcamos y le podamos entregar esa área de nuestra vida, para trabajar en nuestra identidad como "Hijos Suyos" aceptos en El Amado.
Como creyentes, podemos libremente escuchar la opinión de los demás, pero no sobre valorar lo que dicen por encima de lo que el Padre afirma de nosotros.
Lo ideal sería ser aceptados por todos, pero nunca es así. Cristo mismo fue rechazado, pero conocía Su valía y mantuvo su posición de amar aun a quienes lo menospreciaron.
Dice Romanos 8:31 ¿Que diremos frente a esto? Si Dios esta de nuestra parte, ¿Quien puede estar en contra nuestra?
Comencemos por preguntar al Espíritu Santo: ¿En que momento entró en nosotros ese miedo al rechazo? Para así sacarlo de raíz y perdonar si lo requiere. Vamos a creer quienes somos y cuanto valemos según el precio y calificativo que Cristo nos ha dado, y a importarnos más que otra cosa lo que el Señor opina de nosotros... A fin de cuentas, vivimos para agradarle.
El error mas grande es perder la esencia de lo que somos tratando de complacer a todo el mundo para ser aceptado; Porque terminaríamos con una personalidad múltiple y frustrados.
Dice 2 Corintios 10:18 Porque el hombre digno de aprobación no es el que se alaba a sí mismo, sino a quien el Señor alaba.
Si para ti es mas importante la popularidad, los aplausos y la fama, siempre vivirás a merced de las opiniones de los demás y esa no es la voluntad ni el diseño de Dios para tu vida.
Enfrenta ese temor y exponte progresivamente a él para vencerlo con la ayuda del Padre. Declara lo que dice la Palabra de ti; Vive para Cristo como prioridad y entiende que fuiste creado como único y con un valor incalculable. 
Ese miedo al rechazo en realidad es un rechazo a las verdades del Eterno. Porque Dios sabe cada cosa de ti y aun te sigue amando con un amor inalterable. Por lo tanto, quien te rechaza está haciendo a la niña de los ojos del Señor- Los del problema son ellos. 
Abraza el amor de Dios y olvídate del resto, El te conduce a Su perfección. 
Solo por El, esfuérzate por ser cada día mejor.

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