Dios Hace Bien
A Malos y Buenos
Mateo 5:45 Así ustedes serán hijos de su Padre que
está en el cielo; pues El hace que su sol salga sobre malos y buenos, y manda
la lluvia sobre justos e injustos.
Muchos tenemos una mala
concepción del por qué estamos siendo bendecidos por Dios. Algunos creemos que
nos lo merecemos; otros que todo lo que Dios nos da es porque no los hemos
ganado; hasta he escuchado gente que se cree consentida por él o de los favoritos
del Señor. Ni remotamente llegamos a pensar que tales bendiciones o en su
mayoría, Cristo nos las da porque le place ¡Y ya! Dice: Romanos 9:15,18 Tendré
misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me
compadezca. De manera que de quien quiere, tiene misericordia…
Algunas veces veo a los
creyentes desobedientes o a los incrédulos “En bendición”. Y al decir en
bendición me refiero a que muchos de ellos tienen más prosperidad económica o
quizá más salud que muchos de los que procuramos andar en santidad e integridad. Esto no es en todos los casos,
pero sí se pueden ver a diario y ha sido causa de confusión en algunos
cristianos que no se cansan de revisarse
a ver en qué cosa le pueden haber fallado al Señor.
Y lo cierto es que tanto
a buenos como a malos Dios bendice. Dice: Lucas
6:35 Antes bien, amad a vuestros enemigos,
y haced bien, y prestad no esperando nada a cambio, y vuestra recompensa será
grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es bondadoso para con los
ingratos y perversos. ¡Sí, leyó bien! Dice que Dios es
bondadoso con los ingratos y perversos.
Y al leer Mateo 5, veo en cierto modo el por qué
“El Padre hace salir el sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e
injustos”. Estamos hablando aquí de un principio importante que aplica a “todo
ser humano”.
Dios es infinitamente
Justo y sabemos que su justicia sobrepasa nuestros humanos juicios.
Dice: Salmos 145:15,16 Los ojos de todos esperan en ti, y tú le das
su comida a su tiempo. Abres tu mano y colmas de bendición a todo ser viviente.
El no se niega a proveer a aquellos que le aborrecen. Con gran bondad, Dios
derrite los corazones fríos de hombres perversos con el fin de llevarlos a sus
pies.
“Pero no nos
confundamos al ver a alguien bendecido, llámese cristiano o no; y pensemos que
anda rectamente delante de Dios. Simplemente puede ser que Dios esté haciendo
llover sobre él, pero no quiere decir que el Señor esté complacido con su vida
y que esa bendición momentánea le vaya a durar para siempre o que vaya al
cielo”.
Necesitamos recordar
que esta vida terrenal no es el final, sino parte del transitar hacia la
eternidad. Lo verdaderamente perdurable viene después, y es entonces cuando
Dios ejecutará su justicia definitiva permanente. Por eso Dios trata tanto con
Sus hijos en cuanto al desapego a este mundo y todo lo que el ofrece.
Mientras estamos aquí en la tierra, Dios hace salir el sol para todos.
Sí, Dios sigue actuando así- Pero al mismo tiempo les anuncia que a no ser que
se arrepientan, serán desechados para siempre.
Algunos gozan
de ciertos bienes en la vida y reciben lo que se llama “Gracia común”.
Un gran porcentaje cree estar bien con Dios porque
se ven bendecidos, otros piensan que no lo necesitan porque lo tienen todo;
Pero recordemos que Jehová estuvo con el pueblo de Israel bendiciéndolo y
dándole lo que le pedían durante cuarenta años en su peregrinar por el
desierto, Pero la palabra dice que estuvo “Enojado” con ellos durante todo ese
tiempo… y solo dos de ellos alcanzaron la tierra prometida.
Los que se sienten muy seguros y bendecidos a
pesar de su vida mediocre como cristiano ¡Revísense! Y al que anda en una
eterna prueba ¡busque dirección de Dios!
Si tiene que pelear en el mundo espiritual por lo que le pertenece y
arrebatar sus bendiciones ¡Hágalo! Sencillamente hay que mantener un equilibrio
en Dios y tener los sentidos espirituales bien abiertos y la actitud correcta
en medio de cada vivencia.
No se equivoque y viva en la bendición que le
corresponde para su tiempo.
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