El Gobierno Humano.

1 Samuel 8:5 "Y les dijeron: Mira, has envejecido y tus hijos no andan en tus caminos. Ahora pues, danos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones"

La tendencia humana siempre ha sido tener un líder terrenal a quien seguir y en quien confiar; Pero el deseo de Dios es y será establecer Su Gobierno sobre la humanidad y gozar de su confianza y absoluta dependencia- Por encima de todo gobierno humano.

En esta oportunidad el pueblo de Israel pide un rey, alguien que los gobierne como en las naciones extranjeras. Ya se habían aburrido de recibir dirección directa del Señor por medio de Moisés y decidieron andar como las otras naciones. Desestimaron por completo el privilegio de pueblo escogido y trato personal por el Eterno.

Dice 1 Samuel 8:20 A fin de que seamos como todas las naciones, para que nuestro rey nos juzgue, salga delante de nosotros y dirija nuestras batallas.

Por lo general, al hombre le causa seguridad lo tangible y le gusta el facilismo; todo aquello que no implique tanto esfuerzo ni demasiada responsabilidad. Es mas fácil que otro decida y de la cara en las batallas...

Pero el diseño original del Señor siempre ha sido un trato personal con cada uno, donde hayan depositado en El todas sus esperanzas y sigan Su dirección en todo lo que hagan.

Pero al hombre le gusta colocar su esperanza en los reyes, creyendo que ellos son la solución para su nación y tener a quien echarle la culpa, generalizando o metiendo todo en el mismo saco político.

Dice Oseas 13:10 ¿Donde está ahora tu rey para que te salve en todas tus ciudades, y tus jueces de quienes me decías: Dame rey y príncipes?

El pueblo se descarrila si no es Dios quien está sentado en el trono de su vida y El quien gobierna. Hicieron un mal cambio...pero el Padre sigue esperando que le cedan el trono.

¿En que gobierno esta puesta tu esperanza? ¿Quien es tu rey? Solo Jesucristo y Su plan sacaran a las naciones del hoyo donde ellas mismas se metieron. 

Todo es espiritual y lo que vemos a nivel físico es reflejo de la situación espiritual en la que estamos. 

La solución de todo es la siguiente: Reconciliemos nuestra confianza, dependencia y compromiso con el "Rey de reyes y Señor de señores".