La Reputación.

Proverbios 22:1 "De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas y la buena fama más que la plata y el oro"

La mayoría de nosotros cuidamos celosamente nuestro testimonio, lo cual es bueno y legitimo. Velamos por que esa opinión o concepto que la gente tiene de lo que somos, sea buena e intachable.

Dice 2 Corintios 3:2 Ustedes mismos son la única carta de recomendación que necesitamos: una carta escrita en nuestro corazón, la cual todos conocen y pueden leer.

Pero lo que va mas allá de los limites sugeridos por Dios, es que nuestra reputación se convierta en algo que nos ¡importe tanto! que para cuidarla: vivamos tratando de agradar a todo el mundo, negociemos nuestros principios y valores para ser aceptados por los demás, nos importe más el que dirán que agradar el corazón del Padre y hacer Su voluntad o vivamos frustrados porque mientras mas buscamos a Dios más nos rechaza la gente...

Ser rechazados, juzgados, difamados, mal interpretados y hasta perseguido, es parte de la vida de todo cristiano que trata de nadar contra la corriente de este mundo y vivir santa y piadosamente- Es el pan diario de todo el que se esfuerza por seguir las huellas de Jesús.

Dice Eclesiastes 7:1 Mejor es el buen nombre que el buen ungüento...

Esfuércese por recibir la aprobación del Señor en lo que haga, pero no se entristezca ni se sienta frustrado si no recibe el aplauso o la aprobación del hombre- Mejor es la ovación del cielo ¡Créame!. No se desgaste tratando de que lo vean perfecto y mantener una buena fama, porque siempre habrá quien difiera de nuestras opiniones y actitudes ante ciertas cosas. Hasta a los del mismo pueblo de Dios los usara el enemigo para que nos hagan sentir reprobados o frustrados...pero no pierda la paz.

Los hijos del Eterno nos debemos esforzar en desarrollar un carácter Cristo céntrico, en madurar y crecer en la fe, y vivir en santidad; No en estar pendiente de hacer las cosas para recibir aprobación de hombres.

Lo que nos lleva al cielo es la Gracia del Padre, así que vivamos para agradarle. 

Mas allá de cuidar nuestra "buena fama", vamos a enfocarnos en hacer famoso el Nombre de Jesucristo en todas las naciones.