Un Mensaje para los Hombres
El Señor, por boca del apóstol Pablo hace un llamado a los creyentes varones a: Ser valientes, actuar como hombres y portarse varonilmente.
Al parecer, en la iglesia de Corinto como en la contemporánea, abundaban hombres que sufrían de "cobardía"- No cumplían su rol de varón de la manera correcta, a pesar de que algunos se escondían bajo la careta del machismo.
Dice 1 Timoteo 5:8 Porque si alguno no provee para los suyos y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
Algunos hombres se han distanciado de la posición dada por Dios y solo son espectadores de lo que sucede u otros hacen por ellos: en su hogar, iglesia y relaciones personales. No proveen como es debido, ni llevan el liderazgo en su casa, le huyen al compromiso, resisten sus obligaciones y los solteros ni siquiera saben abordar a una dama como es debido.
Y todo radica en su falta de hombría y revelación de la paternidad; lo cual ha dañado a la familia, la sociedad y hasta la iglesia.
Sus bendiciones mueren en el momento en que se acobardan, pues pierden el norte como varones que son en cuanto a: fuerza, valor y firmeza.
Dice Colosenses 1:11 Fortalecidos con todo poder según la potencia de Su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo.
Se han invertido los roles en la sociedad; Y no es por falta de hombres, sino por la escasez de aquellos que caminen bajo el diseño original del Altísimo. Esperan que los demás lo hagan por ellos y luego se quejan que el genero femenino se ha sublevado.
La masculinidad no se debe medir en la errada opinión de el sistema actual, sino de cómo y para qué fueron creados por el Eterno.
Nuestro Rey enseña que el varón debe ser: proveedor, guerrero, protector, mentor y amigo.
¡Se el hombre que el Señor quiere que seas! Y veras maravillosos cambios en tu entorno; Entre ellos, en establecimiento del Reino de Dios fluyendo en el diseñó original y perfecto.
La cultura del Reino se basa en que todo ocupe el lugar correcto haciendo lo que corresponde en el orden y la dirección para lo cual fue creado. Así que: colócate las botas de guerra, la corona de gobierno y toma las espada del espíritu; posicionate adelante en la batalla y entrega los temores a Dios y conquista tu territorio.
Dile: Padre enséñame a vivir en tu voluntad y diseñó para no fallarte, yo estoy dispuesto asumir mi compromiso como varón. Amen
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