No Hay Tiempo que Perder

Isaias 55:6 "Busquen a Jehová ahora que lo pueden encontrar, llámenlo ahora que esta cercano"

Hay un tema de Marcos Witt, que recordé inmediatamente que leí este texto, y dice: Yo te busco con fuego en el corazón, yo te busco recibe mi adoración, te anhelo, te necesito, te amo mas que a mi ser.

Y es justa esa, la intensidad en que el Padre desea que le busquemos en estos tiempos en los que Su venida está cerca.

Dice Deuteronomio 4:7 Porque, ¿Que nación grande hay que tenga un dios tan cerda de ella como está el Señor nuestro Dios siempre que le invocamos?

Para entender la profundidad de este llamado de alerta, debemos comprender que debe haber una legitima "Búsqueda", un accionar correcto que hace todo lo necesario para conseguirlo. Y en medio de la búsqueda nos indica que le "Llamemos", como el que da voces para atraer Su Presencia.

Se trata de una instrucción que conduce a la "acción y reacción", a no caer en la rutina religiosa, conformismo o liviandad espiritual. 

Dice Isaias 29:6 En la noche te desea mi alma, en verdad mi espíritu dentro de mí te busca con diligencia; porque cuando la tierra tiene conocimiento de tus juicios, aprenden justicia los habitantes del mundo.

No es tiempo de tibieza espiritual, volvamos al norte de nuestra relación con el Eterno, porque esa es la única garantía de seguridad, refugio y salvación.

Dice Salmos 32:6 Por eso, que todo santo ore a Ti en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegaran a él.

Necesitamos ser previsivos, manteniendo el fluir con Dios con verdadera entrega y pasión, y así el estanque del espíritu estará a tono para saber sobrellevar cualquier situación- Sin distraer nuestra fe.

La mesa esta servida, el llamado esta hecho, el plato fuerte es "Buscarlo a pesar de...". Nosotros decidimos si atendemos Su llamado o el del mundo.

Nuestra convicción y esperanza es tener siempre la porción Celestial supliendo todas nuestras necesidades.

¡No hay tiempo que perder! El Señor advierte a Su pueblo para que nada nos tome por sorpresa y estemos apercibidos de cada uno de Sus movimientos. 

Comencemos a caminar en una: Entrega total y acción sin distracción.