¡Hazlo Volver!
El cristianismo práctico se expresa a través del amor, la paciencia, la oración y la compasión.
Ningún creyente está exento de pasar por altibajos en su comunión con el Señor, ni de fallarle con un pecado que lo aleje de El. Por lo tanto, nuestra posición y deber al ver a uno que se ha desviado, tiene que ser ayudar en el proceso de su restauración.
Dice 1 Pedro 4:8 Sobre todo, sean fervientes en su amor los unos por los otros, porque el amor cubre multitud de pecados.
Me llama la atención esta virtud del amor que se resalta en esta oportunidad. Se habla que ese amor que restaura, "no" ventila la debilidad o la falla de su prójimo descubriendo su desnudez; Sino mas bien, hace las veces de un abrigo o tierna cobertura que guarda el testimonio de su hermano con lealtad y con el fin de levantar su fe.
El apóstol Pablo decía en: 1 Corintios 9:22 A los débiles me hice débil, para ganar a los débiles; a todos me he hecho todo, para que por todos los medios salve a alguno.
Para restaurar al caído, lo primero que debemos hacer es quitarnos el traje de súper espirituales, sabiendo que todos tenemos pies de barro. Sin condenar, maltratar, ni juzgar; Actuando como lo haría Jesús: con amor, sabiduría, paciencia y compasión. A sabiendas que todos somos diferentes- Así que no comparemos ni pretendamos que reaccionen igual unos y otros.
Dice Salmos 32:1 ¡Cuan bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto!
Vamos a asumir la responsabilidad de velar los unos por los otros, sin distingo de denominación, raza o clase social; Porque el cielo es uno solo y somos uno en Cristo.
¡Hagámoslos volver! Y permanezcamos fiel a La Verdad.
Recuerda: El que este firme, mire que no caiga.
Y Dios nos ayude a permanecer aferrados a El.
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