Jesús el Verbo, 

no el Sustantivo

Juan 1:1-5 "En el principio ya existía el Verbo; y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Por medio de El todas las cosas fueron creadas; Sin El, nada de lo creado llegó a existir. En El estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla"

Por lo general, los seres humanos vivimos buscando el sentido de las cosas, en las cosas sin sentido. 

Deseamos grandes logros y hacer la voluntad de Dios con la mira en esos ideales; Pero muchos de ellos carecen de fundamento. Comenzando por esta razón: Nuestro Redentor "El Verbo" no es un ideal, ni una acción y ni siquiera un llamado a la acción; Sencillamente porque El es el que debe darle sentido a nuestras acciones- Es Dios mismo, quien no tiene sombra ni variación.

Dice Hebreos 13:8 Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.

Antes de echar a andar nuestras buenas acciones en pro de esos ideales, revisemos que estas reflejen y hablen de Aquel que vino a redimir aun nuestras buenas acciones; porque sin El de protagonista, hasta nuestras buenas obras están motivadas por el egoísmo y falso sentimiento de superioridad moral.

Dice 1 Corintios 8:9 Sin embargo, para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para El; Y un Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio del cual existimos nosotros.

En una acción, "el verbo" es la parte donde de expresan dichas acciones, los procesos o estados que afectan a las personas y cosas (El Logos) Lo que le da sentido a la oración- Eso que da razón para nuestros argumentos e inteligencia para proceder al alcance de ellos.

No dejemos que nuestro razonamiento u obras traten de suplantar al Verbo como razón principal de nuestras motivaciones.

Coloquemos a Jesús en primer lugar y todo lo demás encajara en el orden perfecto. 

Si El es el centro de nuestra oración, siempre tendremos la salida y el sentido perfecto de las cosas de la vida.