Comprensión en Acción.

Juan 14:9,11 "Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo he estado con ustedes, y todavía no me conoces Felipe? El que me ha visto a Mi, ha visto al Padre; Como dices tu: muéstrame al Padre?"

¡Te entiendo pero no te comprendo! Esta sarcástica frase que a veces usamos con tono irónico, a pesar que ambos verbos son similares, no significan lo mismo. "Entender" es un verbo transitorio referente al que percibe con claridad o reconoce y entiende el sentido de lo que se lecomunica. "Comprender" es percibir y tener una idea clara de lo que se dice, sucede o hace; considerando explicable, justo y razonable un hecho o sentimiento. Por eso el comprendernos es una pieza fundamental en nuestras relaciones interpersonales y comunión con Dios- Quien entiende posee una percepción global, pero quien comprende una mas especifica.

Dice Colosenses 2:2 Espero que en esto sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todos las riquezas que proceden de una plena seguridad y comprensión, resultante de un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo.

Cuando alguien se siente comprendido entra en un estado de alivio, tranquilidad y paz interior; porque percibe de su receptor una actitud tolerante y la empatía que necesita. 

El comprensivo trabaja para llenarse del amor de Dios primeramente, para ser sensible a la necesidad o el mensaje hasta no hablado del prójimo y mantiene un corazón dispuesto y una conección con el Espíritu Santo para poder leer a las personas.

Dice 1 Corintios 1:4,6 El cual nos consuela en toda tribulación para que nosotros podamos consolar en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados.

Mientras más conocemos al Padre y Su corazón, mas entendemos al hombre y lo complejo que es; Amándolos y aceptándoles tal cual son. 

No podemos seguir siendo cristianos superficiales si verdaderamente deseamos ser instrumentos del Señor y bendición para el prójimo; necesitamos agudizar nuestro discernimiento, sentidos espirituales y pasión por las almas, para ser efectivos en nuestro compromiso con el Reino. 

Ponerse en los zapatos de otro y tratar de caminar un rato es una buena manera en el proceso de comprensión y ayuda al prójimo. Ser tolerantes, pacientes y buenos oidores, nos hará convertirnos en la respuesta a la oración de muchos encarcelados, desconsolados, incomprendidos o rechazados. 

Abre tu espíritu y tu mente a la de Cristo para ser ese canal de bendición a otros.