¿Que Quieres 

que Aprenda?

Mateo 8:25,26 "Y vinieron sus discípulos y le despertaron diciendo: ¡Señor, sálvanos que perecemos! El les dijo: ¿Por que temen, hombres de poca fe? Entonces levantándose, reprendió los vientos y el mar, y se hizo gran bonanza"

En oportunidades, nos sentimos ansiosos como los discípulos en la barca, en medio de aquella tempestad, mientras Jesús dormía.

Sabemos que nuestro Señor es todopoderoso y podría chasquear los dedos o dar la orden para que se detenga la tormenta que vivimos, sin embargo, no lo hace con mucha frecuencia; Quizás alguna razón o divina enseñanza está de por medio- Y hasta que no la aprendamos correctamente, no cesará la tormenta; así lloremos, pataleemos y no paremos de quejarnos.

La vida de todo creyente es "una escuela de fe", donde debemos desarrollarnos integralmente, comenzando por preguntar ante cada situación: ¿Qué quieres que aprenda en esta oportunidad Padre?

Dice Mateo 16:8 Jesús se dio cuenta, y les dijo: ¿Por qué dicen que no tienen pan? ¡Que poca fe tienen ustedes!

La fe influye en nuestros pensamientos, por eso necesitamos procurar ser influenciados por una fe positiva y no una negativa; Si siempre vemos, confesamos y esperamos lo malo...estaremos alimentando una fe negativa, con la certeza de que lo peor es lo que ocurrirá y viceversa.

Ante toda situación como hijos de Dios y embajadores del Reino, hay que levantar la bandera de Jesucristo e implantar en el mundo físico y espiritual, el Reino de Dios y Su justicia. Debemos mantener la calma buscando Su paz, creyendo que nos dará la salida, escuchando Su consejo para manejarnos con la estrategia correcta, cambiando la perspectiva derrotista por la victoriosa, teniendo claro que no somos victimas sino guerreros, reflexionando sobre la causa del problema para aprender la lección y tomando decisiones sabias en cada paso que damos.

Dice Mateo 14:27 Pero enseguida Jesús les hablo y dijo: ¡Tengan animo; Yo Soy, no teman!

Los discípulos de Cristo necesitamos creer que al Yo Soy nunca se le escapa nada de las manos, y que siempre tiene una enseñanza y un propósito tanto en la lluvia suave como en la tormenta. Solo seamos buenos alumnos y descubramos cada vez más Su grandeza en medio de la tempestad, sometiendo nuestro carácter a El y respondiendo ante todo con "fe". 

Porque en toda vivencia que El permite que pasemos, no solo hay que sobrevivir sino que hay que salir triunfantes, victoriosos, aprobados y bendecidos con un aprendizaje mas. 

Lo importante, es que El está siempre en nuestra barca...y eso es más que suficiente para tener seguridad y paz en medio de la tormenta.