Prohibido el 

Individualismo.

Romanos 12:4,5 "Pero así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros"

Es una completa malicia del enemigo ese: individualismo, parcelamiento, egoísmo espiritual, competencia mal sana y división, en la que está inmersa gran parte de la iglesia del Señor, creyendo la mentira y el anti diseño que el cuerpo de Cristo puede sobrevivir desmembrado.

Con el respeto que se merecen los pastores, pero ellos deben ser los primeros en renunciar a ese sentido de propiedad ilegítimo que tienen con los miembros de su congregación- Las ovejas son del Señor. Deben dejar de enseñar esa lealtad desmedida hacia ellos, haciéndole creer a la grey por medio de discursos disfrazados, que es a ellos a quien tienen que seguir.

Dice Efesios 4:25 Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablen verdad cada uno a su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros.

La única garantía de credibilidad al mensaje que predicamos, es que realmente seamos uno. Por algo la oración de intercesión de Jesús por la iglesia fue: Padre, que todos sean uno; como Tu estas en Mi y Yo en Ti, que también ellos estén en nosotros, "para que el mundo crea que Tu me enviaste".

No concibo un pie compitiendo por el protagonismo, queriendo quitar la función de la mano, con la motivación incorrecta del egoísmo. ¡Cada quien con su gracia!

Si en una congregación o un miembro en particular, su fuerte es evangelizar, y en otra es la liberación; Entonces con la "revelación" de que somos uno, el deber ser es apoyar a otros de acuerdo a sus fortalezas, sin barreras ni celos.

Dice Colosenses 2:19 Ellos no están unidos a la cabeza, la cual hace crecer todo el cuerpo al alimentarlo y unir cada una de sus partes conforme al plan de Dios.

Donde no hay unidad, Cristo no está a la cabeza; y donde Cristo no es la cabeza no habrá crecimiento ni respaldo Divino. 

En Cristo no vale denominación, ni concilio, ni visión humana. Cada uno es un ladrillo espiritual de la casa de Dios. Para El todos somos importantes y necesarios. 

Si cumplimos nuestra función como la iglesia unida a la que El viene a buscar, no habrá carencia de ningún tipo, ni tendríamos por que buscar fuera aquello de lo que Dios nos ha dotado completa y perfectamente. 

¡Vivamos la unidad! Amémonos los unos a los otros con entrañable amor, porque es justo el amor el ingrediente que necesitamos.