No Temeré.

Salmos 27:1 "El Señor es ni luz y mi salvación; ¿A quien Temeré?; El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿De quien tendré temor?"

El enemigo de nuestras almas ha venido trabajando para amedrentar y robar la gallardía y confianza a los hijos de Dios; Y el Señor se ha levantado en este tiempo con el propósito de "Despertar el espíritu de los valientes", pero se ha encontrado con corazones llenos de temor entre Su pueblo. 

El temor es tan mentiroso que nos hace creer que no tenemos miedo y se disfraza de otra cosa; por lo que es necesario detectarlo, desenmascararlo y renunciar a él, ya que el que teme le da derecho legal al maligno de entrar a robar cantidad de bendiciones y paralizarnos. 

Dice Deuteronomio 31:6 Tengan valor y firmeza; no tengan miedo ni se asusten cuando se enfrentan con ellas, porque el Señor su Dios esta con ustedes y no los dejará ni los abandonará.

No es normal que un cristiano sufra de algún temor o fobia. La biblia declara que: Al que el Hijo de Dios libertara sera verdaderamente libre. Por lo tanto, si reconocemos que contamos con un Padre que nos guarda, que es Todopoderoso y Suficiente, no hay razón por que temer; Porque no hay enemigo, circunstancia adversa, ni hombre que lo supere, y El da la cara por nosotros siempre.

Dice Romanos 8:15 Porque no has recibido un espíritu de cobardía para volver otra vez al temor, sino que has recibido un espíritu de adopción como hijo, por el cual clamas: ¡Abba, Padre!

Desaloja hoy mismo todo temor de tu corazón, alimenta tu fe, confía en la bondad de Dios y camina con la seguridad que fuiste diseñado para andar en victoria porque posees el ADN del Dios Soberano Creador del cielo y la tierra.

La biblia establece en 1 Juan 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.

Pide la revelación del perfecto amor del Padre y cree que es suficiente para guardarte sin caída; ¡Reacciona valiente!, Levántate, pisa todo miedo y declara: ¡No Temeré! Si Dios esta conmigo, ¿Quién contra mi?