Cuando Dios 

se Enoja.

Sofonías 1:3,12 "Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peses del mar, y cortaré a los impíos; y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra...En aquel tiempo tomare una linterna y registrare a Jerusalén. Castigaré entonces a la gente que se sienta tranquila, y que dice: El Señor no hará nada bueno ni malo"

Que a Dios se le agote la paciencia y muestre Su ira es uno de Sus atributos. Es Su respuesta ante tanto mal e injusticia en el hombre; Es la manifestación de Su justificada indignación ante la depravación, idolatría, desobediencia, dureza de corazón y el pecado de las naciones. Pero siempre lo hace con el fin de que el hombre reaccione y se vuelva a El...Y siempre esta Su amor de por medio.

Dice Efesios 5:5,6 Porque con certeza ustedes saben que: ningún inmoral, impuro, avaro que es idolatra, tiene herencia en el reino de Cristo y Dios. Que nadie los engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la "ira de Dios" viene sobre los hijos de desobediencia.

Aunque no nos guste tocar el tema, no hay que ser muy espiritual para notar el enojo de Dios ante muchas naciones, el estado de descomposición espiritual, físico y moral en que se encuentran habla por sí solo. Y la advertencia de indignación del Padre junto con sus manifestaciones, es en sí un mensaje de esperanza para todo el que decide volverse a Él.

El común denominador en estos tiempos proféticos, es que el pueblo cristiano se direccione a ciertas "reformas" en busca de un despertar espiritual; Pero de lo que nos debemos cuidar es que esto no se convierta en un cambio solo de apariencias pero con corazones alejados del Señor- El sigue buscando corazones que le adoren como única forma de vida.

Dice Juan 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa a creer en el Hijo no vera la vida, sino que la ira de Dios esta sobre el.

No solo hay que creer en Dios sino creerle a Dios y temerle. 

El Eterno en medio de tanta revuelta se compromete a cuidar ese pequeño remanente que decidió no contaminarse ni corromperse, y los guarda para que no sean salpicados de Su cólera; Les indica como se deben conducir estratégicamente, cuando esconderse y de que cuidarse. 

En estos momentos cruciales necesitamos dejar de ser espectadores para convertirnos en reformadores y provocar avivamiento espiritual legitimo, buscando agradar el corazón del Padre. Debemos "unirnos" a orar, a predicar el mensaje salvador, instarnos a hacer lo bueno y vivir en integridad. 

¡Vamos a correr a Su regazo, a escondernos bajo Sus alas y a provocar que se apacigüe la ira y active la compasión! 

Es un llamado de atención para hoy- Actuemos a favor del Reino.