Obstáculos.
Santiago 1:12 "Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobada, recibirá la corona de vida que el Señor ha prometido a los que le aman"
En la vida, a todos se nos presentan situaciones adversas que tratan de impedir que avancemos en el desarrollo de nuestros objetivos.
Una de los efectos que producen esos "Obstáculos", es distraernos para que quitemos la mirada de la meta, desanimarnos y que quedemos postrados en el camino como unos perdedores.
Siempre he creído que el amor es la fuerza que estimula nuestra fe y nos da ánimo en esta carrera de la vida. Por eso, cuando dejamos que el amor y la pasión por el galardón y el Galardonador se apaguen, comenzamos a ver los obstáculos como altas montañas difíciles de escalar, nos apoyamos solo en nuestras propias fuerzas y no en Cristo que nos fortalece, y nos sentimos diminutos seres minimizados por los gigantes de ejércitos contrarios.
Dice Romanos 5:3-5 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos de los sufrimientos; porque sabemos que el sufrimiento nos da firmeza para soportar, y esta firmeza nos permite salir aprobados, y el salir aprobados nos llena de esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha llenado con Su amor nuestro corazón por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.
En oportunidades, tenemos conflictos internos emocionales o espirituales que no hemos resuelto, y estos "obstáculos" permiten que florezcan para que en medio del proceso seamos depurados y liberados de nuestras barreras internas- Creyendo que la Sangre de Cristo es suficiente para cambiar nuestras debilidades en fortalezas, y en medio de todo, vencer también los gigantes de afuera.
Dice Proverbios 17:3 El crisol es para la plata y el horno para el oro, pero el Señor prueba los corazones.
Recuerda que fuiste diseñado para "Ser más que vencedor"; No te rindas. Si tienes que llorar, gritar y manifestar tu molestia ¡hazlo!; Pero no te quedes allí, sacúdete el polvo del camino, fortalece esas rodillas cansadas y apóyate en el Señor y el poder de Su fuerza; Declárate fuerte y abraza la Gracia del Padre que es suficiente. No te des por vencido, sigue en pie de lucha, sobre ponte a los fracasos, pide a Dios que aumente tu fe y se agradecido.
Recuerda que obtendrás la victoria de esas batallas, siempre y cuando sigas escuchando al Capitán en jefe, "Jehová de los ejércitos" y obedezcas Sus instrucciones.
Cada obstáculo te llevará a perfeccionar la fe, te fortalecerá como guerrero y reafirmara el Poder de Dios que reposa sobre ti.
¡Aviva tu amor, aclara tu visión y levanta bandera de victoria poseyendo todo lo que legítimamente te pertenece! El Señor está de tu lado, y eso es suficiente.
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