Cada cosa en su lugar.

Marcos 12:13-17 "Mandaron a Jesús a algunos fariseos del parido de Herodes, para hacerle decir algo de que pudieran acusarlo...Y le preguntaron: ¿Está bien que paguemos impuesto al emperador romano? Pero Jesús que conocía su hipocresía, les dijo: ¿Por qué me tienden trampas?...¿De quién es la cara y el nombre que esta inscrito en su moneda? Le contestaron: Del emperador. Entonces Jesús les dijo: Pues den a Cesar lo que es de Cesar, y a Dios lo que es de Dios..."

Este tema de pagar impuesto o tributo al gobierno es tan espiritual como darle toda la gloria al Señor. Aunque son elementos de distinta naturaleza, deben practicarse según la correspondencia de las partes involucradas.

El poder pagano del imperio romano realmente fue atroz e ilegítimo en aquellos tiempos, como algunos gobiernos en la actualidad; Y más en lo que se refiere al trato con los cristianos. 

Ellos los perseguían, imponiendo que se inclinaran ante el emperador y rindieran pleitesía mas allá de lo establecido, y quien se negaba lo echaban a la arena del circo a batallar con gladiadores muy fuertes y animales fieros, hasta que alguno muriese.

Aquella pregunta derivaba de la legitimidad del poder pagano y su dominio, y la del pueblo cristiano cuyo soberano era Dios.

Si Jesús decía que no debían pagar impuesto, lo acusarían de subversivo; Y si lo confirmaba, los creyentes lo verían contradictorio ante la base teocrática del pueblo de Dios...Pero El dio la más sabia de las respuestas.

Dice Mateo 10:16 Miren, yo los envío como ovejas en medio de lobos; Por tanto, sean astutos como serpientes e inocentes como palomas.

No hay animal que llame mas la atención como la serpiente- Ni uno que pueda pasar tan desapercibido como la paloma.

El Padre nos llama a que sepamos movernos con sabiduría en medio de este mundo perverso: Y que seamos prudentes, sagaces, pensantes, inteligentes, cuidadosos, sensibles, sencillos e inofensivos.

Dice Proverbios 15:3 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría, y la honra precede a la humildad.

El "principio de la honra" es totalmente bíblico, pero en su justa medida; Como también es bíblico sujetarnos a las leyes terrenales. Pero reconociendo que es mejor obedecer a Dios antes que a los hombres y siendo dominados por el amor de Cristo. 

Dar toda la gloria y honra al Altísimo, mas allá de una declaración, debe radicar en una manifestación de amor, lealtad y obediencia; colocándole siempre en primer lugar, pues El no comparte Su gloria con nadie. 

Así que, "Demos a Dios lo que es de Dios".