El don de dar.
1 Crónicas 29:17 "Sabiendo yo, Dios mio, que tu pruebas el corazón y te deleitas en la rectitud, yo he ofrecido voluntariamente todas estas cosas en la integridad de mi corazón; y ahora he visto con alegría a tu pueblo, que está aquí para hacer sus ofrendas voluntariamente"
La ausencia de un don no es excusa para no obedecer una orden en el área de ese don. Y digo esto porque: Todo creyente debe ser dadivoso y presto a la ayuda al prójimo como buen hijo de Dios .
La persona que posee el don de dar, ve en todo momento la oportunidad de bendecir al necesitado, tanto monetaria, como física y materialmente...porque eso también es espiritual. Ese don de dar, le hará la persona apropiada, en el lugar y momento indicado para aportar su granito de arena, y traerá una grata satisfacción y gozo tanto al que da como al que recibe.
Dice Romanos 12:8 El que da, hágalo con sencillez.
Lo que complementa el dar es "la sencillez", acompañada del amor sin pretensiones ni doble animo, que se practica con honestidad mental. Porque dar como Dios manda, no permite ninguna mezcla de interés propio sino el placer de ser útiles en las manos de nuestro Padre.
Este es el don mas escondido por la integridad y prudencia que debe manejar el dador; y por aquello de "Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha".
Dice 2 Corintios 9:7 Que cada uno de como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
Un dador siempre está dispuesto a desprenderse de lo suyo para ayudar a otro, ora por las necesidades de los demás, se alegra cuando su don fue la respuesta de la oración de alguien, ofrece voluntariamente su aporte, tiene fuertes creencias en diezmar y ofrendar, usa el dar como foco para hablar del amor de Cristo, busca confirmación de la cantidad de dar.
Y es que un principio del Reino de los cielos afirma que "Es mejor dar que recibir".
Jesucristo dio Su vida en una cruz y se puso en nuestro lugar para "darnos" Salvación, y en la actualidad "todo" lo que tenemos se lo debemos a El. Como no dar como multiplicadores de Su gracia si somos producto del mayor dador del mundo?
Sigamos Sus pasos, no acortemos nuestra mano ni endurezcamos el corazón. El Eterno desea que seamos instrumentos de Su amor en todo tiempo, y más aun en los de escasez.
Siempre habrá retribución Celestial para los dadores.
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