Siempre Alegres.
1 Tesalonicenses 5:16-18 "Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación..."
Estos tres versos van hilvanados uno a otro para originar en nuestro interior el tapiz del gozo y agradecimiento, sea cual fuere la situación.
Un creyente en Jesucristo debe ser de influencia a todos quienes le rodean salpicando con la alegría que genera el saber que Dios está al control de todo; Y no dejarse mal influenciar por el enojo, depresión o desesperanza en que anda la sociedad.
Nuestro humor y actitud ante la vida no puede estar supeditado a si las cosas andan mal o bien, sino a la esperanza y la fe que nos anima e impulsa a seguir adelante. Esto no depende de las circunstancias, ni fuerza de voluntad o temperamento- Esta alegría viene como resultado de mirar mas allá de lo que estemos viviendo y con la certeza de tener en un Dios Soberano que no hace nada al azar ni se le escapan las situaciones de las manos.
Dice Filipenses 4:4 Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense!
Y para esto, debemos acudir a la fuente correcta de la alegría- El Dios de toda esperanza que produce paz y gozo en el espíritu (Nuestro Padre).
Todos tenemos problemas, unos los vivimos con mayor intensidad que los demás o quizás unos más graves que otros; pero la diferencia es el Dios con el que contamos y saber reposar en El.
La frustración que roba el gozo, muchos la experimentan cuando creen que las personas o las cosas son la fuente que les va a suministrar felicidad; Confiando más en las vacaciones, los ingresos financieros, el deporte, las amistades, el éxito, las amistades, el carro, etc. Pero estas se disfrutan solo de momento y la emoción es pasajera.
Dice Romanos 12:12 Vivan alegres por la esperanza que tienen; soporten con valor los sufrimientos; no dejen nunca de orar.
¿Se dan cuenta que la oración con fe y la esperanza en el Eterno es lo que produce ese gozo inefable? No se trata de una postura falsa o una máscara de felicidad sino de una vida que sabe disfrutar de la plenitud de Aquel que lo llena todo...
La alegría verdadera, esa que trae plenitud de gozo, se origina en Cristo; Y se expresa por medio de la fe y optimismo, que brota de la paz y el amor depositado por el Señor en nuestro interior.
Comienza por alabar y agradecer a Dios por todo, descansa en El, mira todo desde la perspectiva Divina, acude al Espíritu Santo y contagia al mundo entero de ese gozo que te fortalece.
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