Descubre tu don.

1 Corintios 12:4,5 "En la iglesia hay diferentes dones, pero quien los concede es el mismo Espíritu. Hay diferentes maneras de servir, pero todo por encargo de un mismo Señor"

Tanto los dones espirituales como los motivacionales, son capacidades Divinas para servir dadas por el Espíritu Santo, las cuales deben estar completamente bajo Su voluntad para ser de bendición a otros. No son ni para competir; ni para cobrar por su uso y mucho menos para buscar gloriao reconocimiento de hombre.

Nacemos con el don y éste nos facilita la adquisición de habilidades, pero tengamos claro que no son las habilidades adquiridas la consecuencia del don.

¿Que te apasiona? ¿Con que área de servicio dentro y aun fuera de la iglesia te sientes identificado? ¿Por qué situación en particular sientes carga? Estas y otras preguntas las debemos considerar para descubrir nuestro don, juntamente con un tiempo de oración y consulta a nuestro Dios.

Dice Romanos 12:6 Dios nos ha dado diferentes dones, según lo que El quiso dar a cada uno...

Comencemos despejando esta pregunta: ¿Si fueras libre de servir al Señor de la manera que quisieras, sin desaprobación social, sin limitaciones financieras u otras situaciones que te presionen, qué harías?

Cada don requiere enfocarnos en una función especifica para el servicio, para su desarrollo, efectividad y propósito. Son esa herramienta que nos regaló el Señor para ser útiles y de provecho para el Reino donde quiera que estemos.

Dice Romanos 11:29 Porque lo que Dios da, no lo quita, ni retira tampoco Su llamamiento.

Observa estos dones espirituales con matices motivacionales para que examines con cual te identificas: 

Profecía (consejería), Servicio (amabilidad), Enseñanza (instrucción), Exhortación (animar, apoyar y levantar), Repartir (dar), Presidir (liderazgo), Misericordia (bondad)etc.

Cada uno tiene formas diferentes de enfocar una misma situación- Mirando esta punto, ahondaremos aun mas en ese regalo por la Gracia celestial.

El fluir del Espíritu Santo en nuestra vida es lo que aumentará la ejecución eficaz de cada don; fuera de El terminaremos sub utilizando lo que tenemos de parte del Eterno.

Así que, ¡manos a la obra! No hay nada que haga al hombre mas feliz y pleno que sentirse útil en las manos del Creador.