Mente cristiana.

Salmos 32:9 "No seas como el mulo o el caballo, que no pueden entender y hay que detener su brío con el freno y con las riendas, pues de otra manera no se acercan a ti"

Una de las cosas más maravillosas que hace La Sangre de Cristo cuando nos entregamos al Señor, es limpiar nuestra mente de obras muertas, para que entendamos Su voluntad y comencemos el proceso de amar al Padre "con toda la mente".

Eso significa que ya no hay por qué portarse como seres irracionales ni tener que ser guiados a la fuerza en esas áreas que antes eran indomables en nuestro carácter; Sino ser hijos "entendidos" usando correctamente nuestro cerebro, ahora conectado a una vida de fe en el diseñó perfecto dado por Dios. Y a su vez, cuidando todo lo que entra en el corazón porque eso subirá a la mente para luego ser accionado.

Dice Romanos 12:2 No vivan según los criterios del tiempo presente...cambien su manera de pensar para que cambie su manera de vivir...

Necesitamos mantener una mente pura y renovada por la Palabra de Dios para poder recibir a diario el consejo del Señor e ir escalando peldaños espirituales. Quien quiere revelación del Cielo, debe esforzarse por permanecer con la mente de Cristo.

Dice 2 Corintios 10:5 Y toda altanería que pretenda impedir que se conozca a Dios; todo pensamiento humano, "lo sometemos a Cristo", para que le obedezca a El.

Es cuestión de disciplina, determinación y rendición diaria a los pies del Eterno- Si guardamos nuestro corazón, estaremos a su vez cuidando nuestra mente para mantenerla sujeta a nuestro Creador.

"La verdad es que muchos oran y adoran como cristianos, pero no piensan como cristianos..." Y eso es producto de la poca entrega- no hay otra explicación, porque el Señor nunca deja de hacer Su parte.

En estos tiempos cruciales, se necesitan cristianos maduros que no se dejen manipular ni por el hombre ni por sus emociones negativas, que dejen los mitos religiosos y vuelvan a la esencia del cristianismo que no es otra cosa que amar y obedecer a Jesús, que despojen su mente de toda basura del mundo para llenarse de los Principios del Reino, que tengan una mente y un corazón que honre verdaderamente al Señor. 

¡Cristianos de corazón, de mente y de vida!