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lunes, 7 de septiembre de 2015


Las Apuestas.


Isaias 65:11 "Ustedes son los que dejan a Jehová, los que olvidan mi santo lugar, los que arreglan una mesa para el dios de la buena suerte y los que llevan vino mezclado para el dios del destino"



Comienzo por preguntar: ¿Permite la biblia los juegos de azar o apostar por dinero? ¿Hacemos la voluntad de Dios si ponemos nuestra esperanza en las apuestas?
Cuando nos prestamos a probar la suerte con juegos y apuestas, y estamos arriesgando algo de dinero e intentando multiplicarlo; Esta es una tendencia de aquellos que han perdido de vista al Señor y Su suficiencia. Porque aunque la Palabra no registra textualmente una condenación hacia esta practica, se sobre entiende que cuando ponemos la esperanza en la suerte, la quitamos de Cristo; poniendo la confianza en "el destino" y nos acercamos paso a paso al pecado del "amor al dinero" que es la raíz de todos los males.
El Padre mira esto como una forma de idolatría, por lo tanto es totalmente opuesto a un cristianismo verdadero.
El dinero fácil hace a la gente perezosa, viciosa y hasta avara. 
Ni que tengamos algún apuro financiero hace estas practicas legitimas delante de Dios, porque El para proveernos no violenta Sus Principios.
Dice Proverbios 16:3 Las suertes se echan sobre la mesa, pero el veredicto viene del Señor.
Este verso se presta a falsas interpretaciones, pero en ningún lugar de Las Escrituras se usa el juego de azar para entretenimiento ni apuestas- Por eso, esa practica desvía la fe el creyente.
Dice Proverbios 13:11 El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece.
No honramos a Dios cuando nos prestamos a estas practicas, pues no podemos servir a dos señores.
Dejemos de amoldarnos a este sistema; Mas bien, transformemos nuestra mente con las Escrituras y hagamos la voluntad del Eterno. Si le obedecemos y aprendemos a confiar solo en El, veremos Sus promesas y añadiduras cumplirse sobre nuestras vidas a diario.
Si decimos ser Sus hijos, comportémonos como herederos maduros, legítimos y comprometidos.

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