Creados para Adorar.

Apocalipsis 5:10 "Y oí decir a toda cosa creada que está en los cielos, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay: Al que esta sentado en el Trono y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el dominio por los siglos de los siglos"

Los mejores momentos en mi vida como cristiana, han sido aquellos de adoración intensa en intimidad con Dios, en los que me he presentado desbordando mi ser ante El, rendida y reconociendo Su tierno amor y majestad- Esos encuentros románticos y sobrenaturales a la vez de amor profundo con mi Padre, donde pareciera que mi espíritu se fusiona con el de El.

Dice Apocalipsis 13:8 Y adorarán todos los que moran en la tierra, cuyos nombres han sido escritos desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado.

Para los creyentes, por lo general es muy fácil desenfocarse de su misión como adoradores; En oportunidades literalmente bajan a Dios del trono y colocan en su lugar: otras personas, actividades, posiciones, visiones y hasta a ellos mismos; imprimiendo mayor fuerzo, tiempo, dedicación y amor, que esos tiempos a solas con el Eterno y lo desplazan a un segundo plano y ya la adoración no forma parte de su vida ni es su forma de vida por supuesto.

Dice Juan 4:23 Pero llega la hora, y es ahora mismo, cuando los que de veras adoran al Padre lo harán de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios. Pues el Padre quiere que así lo hagan los que le adoran.

La razón por la cual caemos en hastío, rutina, religión y monotonía, es porque no estamos viviendo una vida de adoración verdadera. Por lo general comenzamos a buscar en cisternas ajenas para saciar nuestra sed, y terminamos tropezando...Porque nos damos cuenta que solo en Su presencia hay plenitud de gozo.

Dile: Padre transformame, convierteme en un verdadero adorador; que te satisfaga y te ame sobre todas las cosas, que el mundo sepa que tu eres mi primer amor, el deseado de mi corazón y así pueda cumplir mi propósito en ti como adorador. Amen