Fallas Ocultas.
Salmos 19:12 "¿Quien puede discernir sus propios errores? Absuélveme Señor de los que me son ocultos"
Hablando con una amiga sobre el tema de la esquizofrenia en la vida de un creyente, ella como mujer usada en liberación me comentó que la mayoría de las veces ocurre por pecados ocultos o inconfesos.
El otros caso podría ser el sentimiento de culpa; que a pesar de haberse arrepentido ante el Señor, no se sienten perdonados o dignos- No se les ha revelado el poder de la Sangre de Cristo. A algunos les preocupa la posibilidad de haber pecado inconscientemente o de haciendo lo bueno hubiese sido hecho con intenciones egoístas y malvadas... Y la culpabilidad los lleva a una cautividad espiritual, donde son torturados con emociones negativas, debilitandolos, atemorizandolos y robándoles la paz interior que produce la certeza de sentirse "Aceptos en El Amado".
Dice Romanos 28:13 Al que disimula su pecado, no le irá bien; Pero el que lo confiesa y lo deja será prosperado.
Solo hay 2 pecados que Dios no perdona: la blasfemia contra el Espíritu Santo y los pecados no confesos.
Nadie que quiera disfrutar de una vida plena en Cristo, lo podrá hacer entre tanto no se haya arrepentido y confesado sus pecados delante del Trono de Gracia del Señor; porque todo pecado inconfeso se convierte en una puerta abierta en el mundo espiritual, donde se le da derecho legal al maligno para que haga de las suyas, robando las bendiciones y estancarlos para que no vean prosperidad alguna.
Dice Job 6:24 Denme lecciones y guardaré silencio: muéstrenme el error que he cometido.
La tela que algunos tejen para tapar su condición interna, termina enredándolos en el engaño y convirtiéndolos como esos borrachos que han perdido la habilidad de discernir entre la sed y las ganas de ingerir licor.
Nada justifica que callemos nuestras fallas ante un Dios infinito en amor y misericordia, porque le estaríamos enviando el mensaje de creer mas en nuestra propia justicia, la cual surge del orgullo e ignorancia a Su Palabra.
Debemos aceptar que pecado es pecado, ya sea que lo reconozcamos o no; por lo tanto es necesario ir ante el Eterno a que nos examine, nos perdone y nos limpie- Esa es una batalla personal que solo con la ayuda Divina la podemos librar.
El Padre quiere terminar y perfeccionar en cada uno de Sus hijos la buena obra que comenzó, y desea que le sirvamos con conciencia limpia y plena libertad. Recordemos que la biblia establece: El que esta limpio de pecados, límpiese mas.
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