¿A que bando
perteneces?
perteneces?
Mateo 12:29 "El que no está a favor Mio, esta contra Mi; Y el que no recoge a mi lado, desparrama"
Hay un proverbio popular que dice: "Quiere estar bien con Dios y con el diablo". Y es que verdaderamente no existe un lugar neutro según el verso inicial- Quien no esta con Dios y para Dios "totalmente", entonces está con el maligno.
El enemigo de nuestras almas (dios de este siglo, príncipe de la potestad del aire, el acusador- Satanás) En vista de la proximidad de la Segunda Venida de Cristo, está arremetiendo con mayor fuerza en contra de la humanidad, esclavizando a los hombres a su favor para que esas almas se pierdan. Es mencionado en la biblia como el "dios de este mundo"; Pero no porque gobierne al mundo en su totalidad, porque Jesucristo sigue siendo el Soberano Rey de reyes y Señor de señores, sino porque opera entre los hombres que no se han querido rendir al Señor, ejerciendo una fuerte influencia sobre: sus ideales, opiniones, metas, motivaciones y puntos de vista, convirtiéndose estos en títeres de la oscuridad.
Dice Mateo 6:24 Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro...
La decadencia y descomposición de todo tipo en la humanidad, es debido a que el hombre en su libre albedrío y voluntad, decidió darle la espalda a Dios y por consiguiente está unidos al bando de la maldad- Literalmente le sirven al diablo, aunque algunos no lo reconozcan ni lo digan abiertamente.
La biblia es clara donde dice que: Satanás se viste de ángel de luz y que Dios no puede ser burlado... Pero la gente en su astucia ha pretendido disimular la maldad y así los incautos se unen a ellos y sus macabros planes.
Dice 2 Corintios 6:15 No puede haber armonía entre Cristo y Belial, ni entre un creyente y un incrédulo. No puede haber nada en común entre el templo de Dios y los ídolos.
Es hora de definirnos y ser radicales en nuestra fe en armonía con nuestro testimonio, porque todo lo malo que está sucediendo, es producto de que la perversidad de los hombres se ha multiplicado.
En Dios no hay medias tintas: Es blanco o negro, frío o caliente, conmigo o en mi contra... Con El no se juega.
Si verdaderamente deseas un cambio en tu vida, familia, iglesia y nación, necesitas unirte al equipo correcto; Necesitas arrepentirte y hacer pacto de fidelidad con el Eterno y no vender tu lealtad por un plato de lentejas.
Todos somos responsables del cambio y cada uno de nosotros debemos asumir nuestra parte de la responsabilidad de la mano de Dios. No hay tiempo que perder.
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