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viernes, 6 de marzo de 2015

¿Por que tanta violencia?



Proverbios 8:14,15 "Cuan bienaventurado es el hombre que siempre teme a Dios, pero el que endurece su corazón caerá en infortunio. Cual león rugiente y oso agresivo es el gobernante perverso sobre el pueblo pobre"

Si bien es cierto que no debemos justificar la multiplicación de la agresividad en el hombre estos últimos tiempos, y a sabiendas que "todo es espiritual"; Es necesario que entendamos algo más sobre esas reacciones carnales manifiestas a diario.
Para nadie es un secreto la tendencia actual de gente a la ofensiva, que vive atacando y dominado por la ira. Esa "agresividad" que observamos o experimentamos es producto de la frustración, irritación o injusticia que el mundo vive- Es ese "detonante", cuando sienten que la situación se les escapa de las manos...y hasta se ven amenazados imaginariamente en cuanto a su reputación, seguridad o autoridad.
Vivimos rodeados de detonantes potenciales, pero ademas pareciera que "el umbral de la tolerancia" esta disminuyendo por el espíritu de egoísmo que domina en el hombre.
Dice 2 Timoteo 3:1-5 En los últimos días...los hombres serán amadores de si mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos...testarudos, hinchados de orgullo...
¿Verdad que la lista coincide muy bien con la actitud de la gente en general?
El hombre ha cerrado su corazón a Dios; aun entre los creyentes hay personas con el corazón endurecido y el amor frío. Algunos se han dejado envolver de tal manera por este sistema corrompido, que se han salido de la paz y el reposo del Señor para actuar a sus antojos, entonces: viven estresados, irritados, enojados, con impotencia y frustrados. Entonces ven cualquier situación dura, como una amenaza a la cual reaccionan con violencia; siendo que nuestra única violencia debe ser en el ámbito espiritual.
La atmósfera espiritual está cargada de la influencia de estos espíritus malignos con la fuerza invisible que opera en todos aquellos que le dan cabida o autoridad legal en sus vidas, por su independencia del Padre o pecados como: orgullo, ira, soberbia, prejuicios, falta de perdón, amor al dinero, etc. 
Dice 1 Pedro 5:8 Sean de espíritu sobrio, estén alerta. Porque su adversario el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar. 
Con la ayuda de Dios podemos vivir mansos y humildes como El manda, y resistir el impulso a reaccionar con agresividad como el resto del mundo. 
Solo viviendo en el Espíritu con una relación plena con El, podremos salir a diario como vencedores a la batalla de la vida sin engancharnos en peleas innecesarias con los hombres, tomando la delantera al maligno. 
Estemos apercibidos y seamos hombres y mujeres entendidos y con suficiente frutos espirituales para no caer en la red de la violencia sino atraer a otros a nadar en el sublime y perfecto Amor del Señor.

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