Adoración de Entendidos.
1 Corintios 14:15 "Entonces, ¿Que? Oraré con el espíritu, pero también lo haré con el entendimiento. Cantaré en el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento"
Parte de nuestra adoración al Señor es cuando le cantamos; Y algo que sabotea esos momentos de hermosa conexión, es cuando lo hacemos de forma mecánica, rutinaria...cantando por cantar al repetir de memoria aquella canción sin sentirlo ni procesarlo- Moviendo los labios para ofrecer sin dar, para decir sin vivir, cantando por cantar.
El entendimiento o la inteligencia con que adoramos también es algo puramente espiritual, por lo que hay que saber por qué le entonas esa frase y hacerlo con devoción, amor y coherencia entre lo que vives, cantas y sientes.
A veces pareciera que adoramos "al Dios no conocido" trayendo ofrendas huecas o fuego extraño; Pretendiendo darle lo que nos sobra con total mediocridad, al Dios vivo, que reina y anda en busca de verdaderos adoradores que le adoren en espíritu y en verdad- Porque esto de la adoración, el Padre lo toma muy en serio.
Dice Salmos 47:6,7 Canten a Dios, canten; Canten a su rey. Porque el es el Rey de toda la tierra; Canten con inteligencia.
Es necesario ser entendidos y conectar la mente, el corazón y el espíritu en esos momentos sagrados en que lo adoramos o alabamos con canciones.
A conciencia que no tiene sentido llevar una serenata al balcón de los cielos, si con nuestras obras o intelecto estamos divorciados de aquel a quien tratamos de conquistar.
Dice Efesios 5:19 Hablando entre ustedes con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando con el corazón al Señor.
Este es un franco llamado a alinearnos con el Dios que adoramos, a no cantar como quien cumple un requisito religioso, a hacer de ese precioso momento un deleite entre tu y Tu amado.
La experiencia de cantarle de manera genuina se obtiene estando siempre en contacto directo con el Espíritu Santo, aprendiendo a amarle y así poder desbordarnos sin reservas ante Su Trono de Gracia; Porque quien canta con el espíritu y con inteligencia, adora "al Dios conocido" que lo oye y lo ve en cada aspecto de su vida, que encuentra en El su deleite, que sabe valorar Su sacrificio y atrae Su presencia del cielo a la tierra.
Entonces al hacer "clic" con Su Espíritu, las letras de esos cánticos toman sentido y nos llevan a los brazos del Eterno amante de nuestra alma.
Adoremos con el espíritu, con el corazón, con la mente y con la voluntad; ¡Adoremos en verdad!
A fin de cuentas, Fuimos creados con ese fin. Así que convirtamos toda nuestra vida en una serenata espiritual que llegue al cielo e irrumpa en el corazón de nuestro Rey.
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