Adulterio Espiritual.
Oseas 1:2,3 "La primera vez que el Señor habló por medio de Oseas, le dijo: Ve y toma por esposa una prostituta, y ten con ella hijos de prostitución, porque el país se ha prostituido por completo, ¡Se ha apartado del Señor!..."
Dios quiso llamar la atención de Su pueblo, comparando la historia de Oseas con Su historia de amor con Israel- La esposa de Oseas fue adultera como Israel fue infiel a Dios. Esa infidelidad hacia un Dios fiel, hirió y sigue hiriendo Su corazón... Así como el profeta vivió en carne propia la traición de una relación rota con su amada.
Oseas pudo comprender el dolor y la frustración del Señor para transmitirla al pueblo que el Padre había escogido para servirle, y resultó ser idolatra, traicionero y adúltero.
La palabra "adulterio" sugiere: impureza e infidelidad.
Cuando hacemos a Cristo rey de nuestra vida, nos comprometemos en matrimonio y hacemos pacto con El para a la postre casarnos en "las bodas del Cordero". Nos hemos comprometido para dar nuestra profunda y exclusiva devoción solo a El. El Señor ve este compromiso con gran seriedad, y nos da al Espíritu Santo como Su anillo en ese pacto de fidelidad.
Dice Jeremías 3:1 Supongamos que un hombre se divorcia de su mujer, y ella lo deja para casarse con otro. ¿Vuelve el primero a casarse con ella? ¡Claro que no! Semejante acción contaminará por completo la tierra. Pues bien, tu te has prostituido con muchos amantes, y ya no podrás volver a Mi, afirma el Señor.
Tanto el adulterio físico como el espiritual tienen el mismo efecto: Ambos destruyen nuestra relación con Dios y terminamos en ruina espiritual.
Dice Josue 24:23 Desháganse de sus dioses ajenos que todavía conservan, ¡Vuélvanse de todo corazón al Señor!
La biblia establece que en los últimos tiempos una gran crisis girará en torno a nuestra "adoración", y quienes no hayamos aprendido en lo secreto a ser fieles, los avances idolátricos modernos le arrastrarán y no podrán resistir la presión de los falsos cultos.
Este es un llamado a la fidelidad y vida resta con el Señor, a no vendernos al primer postor, a seguir creyendo que El viene junto con Su galardón, a afirmarnos cada vez mas en nuestra fe porque los días son malos.
Aun en medio del adulterio espiritual y los juicios divinos, el amor de Dios por nosotros nunca vacila y sigue siendo fiel a Su Pacto.
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