Promesa de Amor

 Inquebrantable. 

Romanos 8:38,39 "Estoy convencido, de que nada podrá separarnos del amor de Dios; ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo alto, ni lo mas profundo, ni ninguna otra cosa creada; ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!". 

Estas gratificantes palabras, reafirman el profundo amor de Dios por Sus hijos. Sin importar lo que pase ni donde estemos; El promete que Su amor nunca nos dejará, y que ninguna circunstancia adversa tiene el poder de apartarnos de ese amor, sino que nos ayudara a identificarnos con El aun mas y provocará que ese sublime amor nos rodee y nos sane. 

El Padre nos expresa y demuestra diariamente, cuan grande es Su amor para que nos sintamos "seguros en El", y con esa seguridad no temamos a nada. 

Dice Romanos 8:32,37 Si no nos negó ni a Su propio Hijo, sino que lo entrego a la muerte por todos nosotros. ¿Cómo no habrá de darnos también junto con Su Hijo todas las cosas?...Pero en todo esto salimos mas que vencedores por medio de aquel que nos amó. 

Si como hijos de Dios, aun tenemos miedo al rechazo, a la muerte, a la soledad, al futuro, a la escasez, al hombre, al día de mañana, etc Es porque aun desconocemos ese perfecto amor del Padre o no nos ha sido revelado. Porque definitivamente Su obra de amor es suficiente y no se ha agotado para con nosotros; Esa obra de amor necesita ser alimentada por nuestra fe y reciprocidad con el mismo, en nuestra intimidad con Dios. Es en el amor del Eterno y Sus brazos donde conseguimos refugio, descanso y respuesta, porque El no nos rechaza porque nos ve a través de la sangre de Cristo; Eso nos permite reposar seguros en Su regazo, sin temor alguno. 

Dice 1 Juan 4:18 Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo pues el miedo supone castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente. 

Si no conocemos realmente este inquebrantable amor, tenderemos a buscarlo en los hombres o en posesiones materiales, pero a la postre terminaremos con el mismo vacío e insatisfacción. 

El Señor te amó, te ama y te continuar{a amando por siempre- No existe nada que te pueda robar o apartar de ese amor. 

Sencillamente, siéntete amado por el Padre y abraza la seguridad que Su amor ofrece.