Orando con Fervor.

Efesios 6:18 "Oren y pidan siempre con la ayuda del Espíritu. Manténganse alertas y no dejen de orar por todo el pueblo santo"

Nuestro tiempo de oración con el Padre debe ser sagrado y provechoso.

La Palabra sugiere que lo busquemos en nuestra cámara secreta y El nos recompensará en publico.

Las oraciones en el Espíritu hechas por los creyentes, requieren conocer cada vez mejor a Aquel con quien nos comunicamos, para sumergirnos en Su mundo sobrenatural y guiados por El, pidamos como conviene- Sin vanas repeticiones ni monotonía en lo que hacemos, porque esto no se trata de algo mecánico sino de la fuerza espiritual que mueve la mano de Dios para cambiar el mundo entero.

Pidamos como hijos de Dios, con responsabilidad, sensibilidad espiritual y entrega; Sin angustia o nervios ni tratando de imitar a nadie; Sino en adoración plena y profunda...que el resto lo hace Dios.

Dice Romanos 8:26 Ademas, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo: Nosotros no sabemos que quiere Dios que pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.

"Se trata de orar con la ayuda del Espíritu, en la esfera del Espíritu, por medio del Espíritu, en conexión con el Espíritu".

Personalmente trato de no desconectarme del Señor, y por lo general oro en todo momento: mientras hago mis labores, mientras camino por la calle y medito en Dios y Su palabra en todo momento- Eso me mantiene conectada al cielo siempre y es gratificante para mi espíritu.

Dice Hebreos 11:6 El es galardonador de los que le buscan. 

La oración elaborada por nuestras emociones únicamente, puede ser muy intensa, pero tiene justamente ese detalle: ¡Es nuestra! En cambio, cuando oramos en el Espíritu, el protagonista principal es El Padre y Su voluntad, y eso lo hace más efectiva.

No necesitamos largas horas para esto, pues ella no debe estar medida por el reloj sino por la calidad de la misma; Aunque es bueno dedicarle el tiempo suficiente, pero conviene mejor manejar el termino "no estar de prisa". Les invito a hacer de la oración un tiempo deseado, productivo y glorioso; Como me dijo una anciana en una oportunidad: Cuando oro me da la sensación de tomar un vaso de agua fría después de haber tenido mucha sed.