Corazón Guardado.

Proverbios 4:23 "Con toda diligencia guarda tu corazón; porque de el brotan manantiales de vida"

Guardar el corazón quiere decir cuidarlo, vigilarlo y defenderlo; Ponerlo en un lugar seguro y protegido de lo que pueda dañarlo.

El mundo y su gente están totalmente corrompidos. Y es que es muy fácil contaminarse con las tinieblas de afuera; Hay tantos abusadores, falsos, violentos, mal intencionados y gente controlada por el maligno, que el primer mecanismo de defensa que tendemos a levantar es: Endurecer el corazón con todos, no creer en nadie, y dejamos que el dolor o el resentimiento lo carcoma y lo cauterice, anulandonos en el amor- Como producto de todo esto nos llenamos de orgullo y caemos en el circulo vicioso de este sistema de maldad; Convirtiéndonos en sarcásticos, resentidos, avaros, vanidosos, quejumbrosos y faltos de fe. 

Dice Mateo 15:18,19 Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. Porque del corazón provienen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicación, robos, falsos testimonios y calumnias.

Podemos saber la condición de nuestro corazón por lo que hablamos primeramente.

Un corazón "descuidado" es un corazón con las puertas abiertas a todo, menos al consejo de Dios, es un corazón que contrista al Espíritu Santo.

El entendido y temeroso de Dios cuida su corazón, evita coquetear con el pecado, ve el mal y se aparta, huye de las pasiones desordenadas para seguir la justicia, la fe, el amor y la paz; Va a diario a la Presencia del Padre a presentar toda situación y a arrepentirse para mantener un corazón puro. 

Porque si su tesoro no es primeramente su comunión con Dios, tendrá problemas justo allí-En el centro de sus emociones.

Dice Ezequiel 36:26 Pondré en ustedes un corazón nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les daré un corazón dócil.

Ora mas, atesora la Palabra de Dios en tu corazón, decide amar a la manera de Dios, no te distraigas ni te abras a mensajes nocivos, escoge bien tus amistades, desaloja toda tiniebla de ti, permite que tus emociones sean gobernadas por el Espíritu de Dios y aprende a reposar en El. 

A fin de cuenta, la condición de nuestro corazón va a determinar como vemos la vida, y el Eterno busca corazones entregados para brillar por medio de ellos.