Como los que 

Sueñan.

Salmos 126:1,2 "Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión, eramos como los que sueñan. Nuestra boca se llenó de risas y nuestra lengua e alabanzas de alegría..."

Cuando Israel y Jerusalén fueron invadidos por sus enemigos, fueron desalojados, hurtados, sufrieron maltrato, fueron esclavizados, y sus ciudades fueron quemadas.

Años más tarde, ese pueblo cautivo salió adelante con la ayuda del Señor, y fue bendecido a través de su esfuerzo y constancia; a pesar de los recuerdos dolorosos y días de nostalgia y cautividad, mientras soñaban con su libertad.

Los cristianos somos soñadores de Cristo, con Cristo y por Cristo- Para hacer realidad los sueños de nuestro Dios en nosotros y para las naciones.

Dice Zacarías 9:12 Vuelvan a la fortaleza oh cautivos de esperanza; Hoy mismo anuncio que les restituiré el doble.

Las crisis de la vida tienen la particularidad de tratar de robarnos los sueños; Por eso muchos "han dejado de soñar", han dejado de proyectarse basados en la fe, mirando solo las circunstancias difíciles.

¡Pero hay que soñar en grande, porque tenemos un Dios grande!

Dice Oseas 6:11 Para ti también oh Judá, hay preparada una cosecha, cuando yo restaure el bienestar de mi pueblo.

Los que sueñan permanecen con su corazón lleno de alegría y su boca de risa, con su lengua publican alabanzas, hablan de fe y esperanza, porque saben que Su Redentor vive- Se sostienen viendo el invisible como los héroes de la fe; Y aprenden a vivir con gozo sea cual fuere la circunstancia.

Ven las altas montañas como oportunidades para surgir, porque miran desde el mundo espiritual la visión Divina de lo que el Padre tiene preparado para el futuro.

Noé, Job, Jacob, José y David, se mantuvieron vivos en tiempos difíciles porque no perdieron la capacidad de soñar.

No dejes de soñar los sueños de Dios para ti y para tu nación; y verás como volverás al gozo, la risa y la alabanza. Porque aun hay esperanza, y todo es posible si puedes creer.

Jehová levantará bandera de victoria por ti y por mi. Sigue orando, sigue creyendo, que dentro de poco tiempo tu sueño se materializará para la gloria del Padre.